A 30 minutos de la ciudad de Puebla se encuentra la ciudad milenaria de Cholula, donde a pesar del tiempo, sus pobladores conservan una de las actividades sociales de los ancestros: el trueque.
En el marco de la tradicional Feria de San Pedro Cholula, las autoridades y pobladores se han organizado para celebrar el trueque. En esta ocasión, se eligió el 7 y 8 de septiembre para llevar a cabo esta práctica comercial.
El trueque se realiza en la explanada de la Plaza La Concordia donde se colocaron vendedores de semillas, frutas de temporada, macetas de barro, artículos de mimbre y cestería, herramientas, además de alfareros, herreros, pulqueros y otros artículos y alimentos.
Hasta ese sitio llegan familias originarias de Cholula, pero también de municipios de la zona conurbada y turistas que se admiran al ver cómo pueden cambiar una blusa por una medida de frijoles o maíz, dependiendo de lo que necesiten.
El trueque se trata de una práctica social y cultural conservada desde tiempos mesoamericanos, en el que el dinero no tiene valor sino los productos y alimentos que ellos producen y que intercambian por otros que llegan a necesitar.
En esta práctica que se repite una vez al año y fue declarada Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Puebla, también se pueden adquirir prendas, zapatos y variedad de artículos.
Se puede cambiar un plato de chapulines por un manojo de quelites o espinacas, cacahuate o frutas o dos montones de aguacate por una cazuela de barro con todo y tapadera.
En esta práctica participan cerca de 3 mil productores, pobladores y visitantes que también llegan de Tlaxcala, Veracruz y Oaxaca para intercambiar sus productos o alimentos, o simplemente para observar cómo se realiza.
En tiempos mesoamericanos, el trueque era la forma para intercambiar bienes durante la época prehispánica y con ello satisfacer las necesidades, donde se podían encontrar granos de cacao, mantas de algodón, hachas y cascabeles de cobre, cuentas de piedras preciosas, conchas rojas, sal y cañas de plumas verdes rellenas con polvo de oro, como una forma de cambio ante la falta de una moneda.
Trueque proviene de la lengua náhuatl “tiyanquiztli” que significa “mercado”, como se conoce en México desde antes de la llegada de los españoles.
En la Real Academia de la Lengua se define el trueque como “intercambio directo de bienes y servicios, sin mediar la intervención del dinero”.
Datos del Archivo Histórico de Cholula señalan que en este Pueblo Mágico el trueque se celebra cada año el 8 de septiembre desde el amanecer y hasta que oscurece, tal como ocurría desde tiempos ancestrales cuando los grupos de concheros bailaban danzas rituales al mismo tiempo que cientos de peregrinos presentaban sus ofrendas a los dioses.