El champurrado es una bebida tradicional que data de la era prehispánica y que ha trascendido hasta la actualidad. De ahí que no sea raro que varios municipios de Puebla, en los que se conservan las costumbres ancestrales, aún se preserve su preparación tradicional.

Pero sin duda, el municipio donde mejor se prepara el champurrado de arroz y de avena es San Andrés Calpan. Quizá el hecho de que ese dato pase casi desapercibido se debe a la fama indiscutible que tiene Calpan como cuna de los chiles en nogada.

Además de ser el municipio poblano en donde se cultivan la mayoría de ingredientes con los que se elaboran los chiles en nogada, como la manzana panochera, la pera de leche, el durazno criollo, la granada y la nuez de Castilla, son productos de esta región.



Pero San Andrés Calpan no solo cuenta con el champurrado de arroz y avena, como parte de su oferta culinaria, el visitante puede consumir el nopal-mole hecho con chile guajillo, tamales o barbacoa con tortillas hechas a mano.

Evidentemente, algo que no puede faltar en las mañanas o el atardecer es el champurrado de arroz y de avena, que representa un verdadero manjar.

¿Qué hacer en San Andrés Calpan?

Además de disfrutar de la riqueza gastronómica de San Andrés Calpan, los visitantes pueden apreciar su legado histórico y arquitectónico.

La Parroquia de San Andrés fue construida entre los siglos XVII y XVIII, de estilo novohispano, la planta de cruz latina y una cúpula de tambor como una estructura bien iluminada que en el pasado fue curato.

En el Bosque de San Mateo Ozolco se encuentran varios riachuelos y pequeñas caídas de agua que hacen de este sitio un lugar húmedo y propicio para el desarrollo de la flora y fauna.

El Convento de San Francisco de Asís, construido en el siglo XVI por Fray Juan de Alameda, cuenta con una fachada con dos ángeles en relieve que sostienen el escudo de la orden Franciscana, tiene un atrio rodeado de muros con almenas que lo hacen parecer una fortaleza.

El complejo incluye cuatro capillas, a la virgen de Guadalupe, a San Francisco, a San Miguel y a San Juan. En 1955 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lo nombró Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El monumento histórico forma parte de la ruta de monasterios del siglo XVI, ubicados en las laderas del Popocatépetl, que está en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1994.

Google News

[Publicidad]