El Bosque del Ajolote, también conocido como el Santuario del Ajolote, es un parque ecológico gratuito ubicado al norte de la ciudad de Puebla, donde los visitantes pueden ver ajolotes bebés de cerca. Este espacio, inaugurado en diciembre de 2023, se ha convertido en uno de los destinos preferidos para quienes buscan experiencias educativas y de contacto con la naturaleza.
El Bosque del Ajolote se encuentra en la junta auxiliar de Santa María Xonacatepec, a solo 20 minutos del Centro Histórico de Puebla. Para llegar en transporte público puedes usar la línea 1 del RUTA o las rutas 41, 68A, 68B y 68C, que tienen parada cerca del parque. También puedes acceder en automóvil por la Carretera Federal 150D (México-Veracruz).
Este parque ecológico gratuito no solo funciona como un pulmón verde para Puebla, sino que también es un centro de conservación de ajolotes, una especie endémica en peligro de extinción. Actualmente, el santuario alberga 24 ajolotes adultos, entre ellos el ajolote del Altiplano (Ambystoma velasci) y el ajolote mexicano.
Recientemente, los especialistas del centro lograron una exitosa reproducción en cautiverio, con 230 huevos incubados, de los cuales se espera que al menos 40 ajolotes bebés sobrevivan. Algunos ya han nacido y pueden observarse en las visitas guiadas.
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El parque ofrece actividades recreativas y educativas para toda la familia. Entre sus instalaciones destacan:
Además de observar ajolotes bebés, los visitantes pueden conocer más sobre la flora y fauna local gracias a los estudios ambientales realizados en el lugar.
Aunque el acceso al Bosque del Ajolote es gratuito, las visitas guiadas al santuario tienen costo y deben agendarse con anticipación. Los precios son:
Estas visitas incluyen recorrido, explicación sobre el ecosistema del ajolote, su proceso de reproducción y el trabajo de conservación que realiza el equipo de Villa Atl.
El Bosque del Ajolote se ha posicionado como uno de los espacios ecológicos más importantes de la ciudad, gracias a su enfoque en la educación ambiental, la preservación de especies endémicas y el contacto directo con la naturaleza. Ver de cerca a un ajolote bebé en su entorno controlado es una experiencia única que combina ciencia, conciencia y diversión.