Dicen los estudiosos que la base de la alimentación de los mexicanos son el chile, maíz y frijoles, y por eso estos alimentos nunca faltan en los platillos para el desayuno, comida, cena e incluso en celebraciones especiales.

En el estado de Puebla se tiene la fortuna de contar con dos comunidades que destacan porque sus habitantes se dedican a la elaboración de tortillas hechas a mano y la preparación de gorditas o memelas, con su salsa verde, roja o de chipotle.

Aun cuando conservan la misma actividad, son localidades que están a kilómetros de distancia, se trata de la junta auxiliar de La Resurrección, perteneciente al municipio de Puebla y Santa María Coapan, comunidad que corresponde a Tehuacán.


La Resurrección

Esta comunidad está a 9.8 kilómetros del Zócalo de Puebla, se ubica al sureste y es una de las 17 juntas auxiliares de la Angelópolis donde se encuentra población náhuatl.

Nadia Blas Otañez, antropóloga social por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), en su tesis explica que suman años y años que las mujeres de La Resurrección, quienes aprendieron de sus ancestros a nixtamalizar el maíz, hacer la masa y tortillas, salen de la localidad y se insertan en otras colonias de Puebla para vender sus tortillas que hicieron a mano y desde las primeras horas del día.

Por ello es común ver a algunas mujeres que cargan canastas o cubetas con 10 o más kilos de masa, así como con las salsas, frijol, cebolla y queso para preparar las gorditas. Viajan en microbuses de las rutas Morado, Libertad-Cuauhtémoc, ruta 58 o Loma Bella que salen de La Resurrección al Centro Histórico de Puebla.

Otras mujeres que también se dedican a la venta de productos de maíz preparan las tortillas, tlacoyos y tamales en sus casas, luego los colocan dentro de bolsas tejidas de hule, envueltos en servilletas de manta bordadas y salen a vender a las colonias cercanas o van dejando tortillas en las casas de clientes que previamente las encargaron.

También son mujeres que llegan a los mercados municipales del lado oriente de Puebla y al no tener una báscula en donde pesar, la tortilla es vendida por pieza o por tantos, como 3 por 10 pesos o 10 por 20 pesos, según lo que pida el cliente.

De esta comunidad salen las mujeres que también son contratadas para preparar tortillas, gorditas, tacos y quesadillas, en distintos puestos improvisados con un gran comal en las esquinas de Puebla, principalmente cerca de escuelas, universidades y de las dependencias gubernamentales.

Su gran fiesta es el Domingo de Resurrección, cuando los pobladores se organizan para dedicar un día de esa semana de Pascua para entonar, desde temprano, las mañanitas a Jesús resucitado. Posteriormente, en el atrio de la parroquia las mujeres preparan y regalan gorditas y quesadillas a todos los fieles que asisten a su feria, en un solo día, desde temprano y hasta entrada la noche.


Santa María Coapan

En el caso de Santa María Coapan, esta localidad se encuentra a una distancia de 5 kilómetros de la cabecera municipal de Tehuacán, el cual es considerado como la cuna del maíz en Mesoamérica.

Las coapeñas desde hace más de un siglo abrieron la ruta de vender tortillas a mano y taquitos dorados de casa en casa, como fuente de autoempleo y sostener a sus familias.

El oficio es heredado de generación en generación, al igual que en La Resurrección, lo mismo que la forma de vender sus productos, que es cargar a sus espaldas el canasto con kilos de tortillas o tacos y tocar de puerta en puerta hasta acabar con la mercancía.

Esta práctica que inició décadas atrás hizo que las mujeres de Santa María Coapan caminaran poco más de 5 kilómetros de ida y otros 5 de vuelta, porque su objetivo era llegar hasta el mercado municipal de Tehuacán, donde actualmente pueden ser localizadas.



A fin de preservar sus tradiciones y fuera reconocido su esfuerzo físico, se creó la Carrera de la Tortilla, una justa deportiva que año con año se realiza en Tehuacán y cuenta con la participación de niñas, desde los 6 años de edad hasta mujeres de más de 70 años, quienes correr con huaraches o descalzas, visten faldas tableadas y blusas bordadas, su delantal y cargan con la ayuda de un rebozo un chiquihuite con tortillas.

Si visitas el estado de Puebla ten la seguridad que las tortillas, gorditas o memelas que comas, serán las más deliciosas que has probado en tu vida.

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