Si tu sueño es regresar al pasado y vivir en una Edad Media, déjanos decirte que si eres de Puebla, puedes hacerlo sin salir del estado.
Y es que aunque no lo creas, en nuestro estado existen destinos que parecen sacados de otra época y mundo, en donde te sentirás inmerso en una verdadera novela épica.
Aquí te mostramos cuatro lugares en Puebla que te transportarán a esa época medieval.
Chignahuapan
Más allá de sus aguas termales en el Pueblo Mágico de Chignahuapan, existe una finca muy particular, rodeada de dragones, caballeros con armaduras y doncellas.
Finca Dragón es un hotel y glamping medieval ubicado en el Pueblo Mágico de Chignahuapan. Esta finca cuenta con tres tipos de hospedaje que son: camping, tradicional y glamping.
Cada uno de ellos está equipado con todas las comodidades, además de tener una gran vista panorámica. Pero eso no es todo, ya que además de descansar como todo un guerrero, también podrás disfrutar de un espectáculo, cuyo costo es de mil 650 pesos e incluye:
- Cetrería (actividad de cazar con aves rapaces entrenadas).
- Arquería.
- Lanzamiento de hacha.
- Show con gaitas.
- Bailarinas.
- Malabaristas.
- Show de fuego.
- Combates Reales.
Si quieres disfrutar de las amenidades que ofrece este magnífico hotel puedes llamar al 797 115 5636 o consultar sus redes sociales como Finca Dragón.
Huaquechula
En novelas de fantasía, se dice que en la Edad Media, la naturaleza estaba poblada hadas y duendes. Estos últimos son descritos como pequeños hombres a cuya personalidad era bromista o maliciosa.
En Puebla existe una villa donde los puedes conocer y lo mejor es que no está muy lejos de la ciudad de Puebla.
El Páramo de los Duendes es un rincón fascinante que alberga más de 50 figuras de duendes en un entorno natural, las cuales te transportan a un mundo donde estas criaturas mágicas parecen cobrar vida.
Este paraje fue creado por un grupo de artesanos del municipio, quienes al escuchar los rumores de los avistamientos de estos seres míticos, debieron crear una especie de villa en medio del bosque.
Las viviendas de estos seres fantásticos son verdaderas obras de arte construidas con adobe, piedras, cemento, palma o paja. Cada entrada de estas casas está custodiada por un duende, como un guardián que vigila el acceso a su hogar.
Para ingresar deberás pagar tan solo 40 pesos, aunque antes de entrar deberás tocar una campana que se encuentra en la copa de un árbol, ya que, según los dueños, se debe pedir permiso antes de entrar.
El Páramo de los Duendes está en Huaquechula un pequeño pueblo, ubicado a tan solo 1 hora de la capital poblana. Para llegar deberás tomar la pista rumbo a Atlixco, después dirígete por la carretera 190 hasta San Juan Huiluco donde más adelante te encuentras con la desviación a Huaquechula.
Huejotzingo
El Ex Convento de San Miguel en Huejotzingo es considerado uno de los primeros establecimientos franciscanos en nuestro país y en la nueva España. Su construcción se remonta al siglo XVI cuya fachada parece una enorme fortaleza medieval.
En su interior hay pilas bautismales, retablos, pinturas, textiles y objetos utilizados en ceremonias religiosas. Incluso existe una pintura en donde se retrata a los primeros 12 franciscanos que llegaron a la Nueva España en 1524, encabezados por fray Martín de Valencia.
Fue nombrado como Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en el año 1994.
Tepeyaualco
A tan solo hora y media de la ciudad de Puebla, se encuentra Tepeyahualco, una ciudad fundada en 1556 por Gastón de Peralta, el Virrey de la Nueva España. Su nombre proveniente de la lengua nahua y significa “la redondez de los cerros”, un tributo a los majestuosos cerros que lo rodean.
Este municipio resguarda secretos que pocos conocen, entre ellos una ciudad prehispánica, una torre medieval y una laguna turquesa que despiertan la curiosidad de quienes se aventuran a descubrirlos.
En este municipio se encuentra una Noria llamada el Pozo de San Roque, la cual es una imponente estructura medieval que fue edificada por la orden franciscana a mediados del siglo XVIII.
Esta estructura cuenta con una escalinata de aproximadamente 117 escalones y 24 metros de altura. El pozo dio servicio por más de 200 años a la hacienda de San Roque, hasta que el agua se terminó.
Este hermoso pueblo se encuentra a 1 hora y media de la capital poblana. La ruta más rápida es por la autopista Puebla-Veracruz, hasta la zona de Amozoc y desviarse a la carretera estatal 129 hasta Oriental, donde verás un señalamiento que dice Tepeyahualco.
