Enclavado en la Sierra Norte de Puebla, Chicontla es un pintoresco pueblo que atesora una impresionante belleza natural.
Aquí, la naturaleza despliega su esplendor en diversas formas, desde montañas majestuosas, cascadas espectaculares y bosques exuberantes.

A continuación, te presentamos las maravillas que hacen de Chicontla un destino único:
Chicontla se encuentra en las orillas del río Necaxa y a tan sólo 30 kilómetros, Xicotepec de Juárez.
Su nombre viene del náhuatl y significa Siete casas” o “Siete tierras” y aquí la mayoría de sus habitantes se dedica a la producción de café y carpintería.

La Parroquia de San Andrés Apóstol Chicontla es uno de sus mayores atractivos turísticos, ya que es de tipo colonial y data del siglo XV.
Asimismo, en el atrio de la parroquia hace unos días se colocaron las letras monumentales de Chicontla, las cuales miden 1.50 metros de altura.
Chicontla está ubicado entre montañas a 1300 metros del nivel del mar, lo que lo convierte en el lugar predilecto de los amantes del montañismo y senderismo.

Además, mientras recorres, puedes encontrar cascadas y flora y fauna endémica de la región.
Todos los domingos se instala un tianguis donde sus habitantes bajan desde las montañas para vender sus productos naturales recién cosechados: rábanos, tomates, papas, cacahuates, aguacates, paguas, ciruelas, peras, manzanas, frijol, garbanzo, cebolla, etcétera.
Cabe destacar que la mayoría de sus habitantes habla muy poco español, ya que su dialecto principal es el totonaco.
Otro de sus atractivos es la leyenda de su fundación, pues se dice que este pueblo vivía más al sur y se corrompió tanto que un dios prehispánico los maldijo y su tierra se convirtió en un gran pantano.

La mayoría de sus habitantes murió, salvo 7 hombres que lograron sobrevivir a la tragedia.
Estos hombres, ya sin familia, buscaron otro lugar para vivir; no se quisieron alejar del río y siguieron el caudal del Patla, hacia al norte. Cuando se cansaron de caminar, y anocheciendo, acamparon en un lugar desconocido.
Al otro día, ya con la luz del sol, pudieron apreciar la belleza del campo y el sonido del río, la tierra generosa, y decidieron fundar ahí su nuevo pueblo.
El pueblo se llama Chicontla, porque solo siete hombres lograron salvarse de aquella maldición.