Hace más de 100 millones de años, gran parte del territorio que hoy es Puebla estaba cubierto por un mar prehistórico. Actualmente, en municipios como San Juan Raya y Atexcal, los visitantes pueden explorar fósiles de moluscos, huellas de dinosaurios y restos de otras especies marinas que narran la historia antigua de la región. Te contamos más sobre este fascinante lugar.
Recientemente, paleontólogos identificaron huellas de dinosaurios herbívoros, carnívoros y voladores en la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán, así como moluscos fosilizados en Atexcal y San Juan Raya, lo que convierte a estas localidades en destinos ideales para quienes buscan turismo científico y arqueológico.
San Juan Raya combina geología única, historia natural y paisajes semidesérticos, dentro de la Reserva de la Biosfera Tehuacán–Cuicatlán. Entre sus atractivos destacan:
El municipio ofrece museos, senderos interpretativos, comida tradicional, hospedaje rústico y talleres locales, en medio de un entorno semidesértico con cardones, biznagas centenarias y formaciones rocosas. Es un sitio perfecto para amantes de la ciencia, geología y fotografía de paisajes.
Atexcal se ubica en la Mixteca poblana, una región semidesértica con cañadas, suelos calcáreos y abundantes fósiles marinos. El mar que cubrió esta zona existió durante el Cretácico, hace aproximadamente 90 a 100 millones de años, y desapareció por procesos geológicos y levantamiento de la corteza terrestre.
Hoy, los visitantes pueden encontrar fósiles de organismos marinos petrificados y recorrer formaciones rocosas que permiten identificar capas geológicas prehistóricas. Los recorridos incluyen exhibiciones de fósiles de plantas y animales, así como una inmersión en la historia natural del antiguo océano que cubrió la región.
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La distancia desde la ciudad de Puebla a Atexcal y San Juan Raya es de 150 a 170 kilómetros, cerca de Tepexi de Rodríguez, San Juan Ixcaquixtla y Santa Inés Ahuatempan.
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Estos municipios son un recordatorio de que Puebla no solo destaca por sus ciudades y volcanes, sino también por territorios que conservan la memoria de un mar prehistórico. La combinación de paisajes semidesérticos, fósiles y huellas de dinosaurios ofrece experiencias únicas para el turismo científico, arqueológico y natural.