Este Pueblo Mágico de Puebla, con calles coloridas y aire fresco, es uno de los destinos imperdibles para quienes buscan una escapada llena de encanto, tradición y belleza natural. Ubicado a solo 30 kilómetros de la capital del estado, este lugar es famoso por sus calles empedradas, casonas coloniales y el ambiente floral que adorna cada rincón.
Aquí te contamos por qué te vas a enamorar de Atlixco y qué no puedes dejar de hacer durante tu visita.
Atlixco, también llamado “Atlixco de las Flores”, es famoso por su clima primaveral, su producción de flores ornamentales y sus calles llenas de vida y color. Una de las razones por las que miles de turistas lo visitan cada año es su avenida emblemática: la Avenida Hidalgo, un paseo vibrante donde las fachadas pintadas, los balcones floridos y los faroles crean una postal perfecta.
Esta calle no solo es visualmente encantadora, sino que también es un centro cultural y turístico. Aquí encontrarás tiendas de artesanías, cafés tradicionales, galerías y espacios donde se respira historia. Durante las festividades, esta avenida cobra vida con desfiles, música y celebraciones que resaltan la identidad local.
Otra de sus joyas es la Avenida Nicolás Bravo, una vía peatonal cercana al zócalo donde se combinan arte urbano, gastronomía y un ambiente acogedor. Es ideal para pasear al atardecer, visitar una cafetería y disfrutar de la vista hacia el antiguo arco de entrada a la ciudad.
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Además de sus dos avenidas más famosas, Atlixco ofrece una experiencia completa a quienes desean explorar cada rincón. Uno de los imperdibles es la Calle de las Flores, ubicada a solo unos pasos del zócalo. Este corredor floral es perfecto para tomarse fotos, disfrutar de un helado y relajarse entre aromas y colores que hacen honor al nombre del pueblo.
A pocos metros encontrarás las Escaleras Anchas, que ofrecen una panorámica inolvidable de la ciudad, y el Palacio Municipal, decorado con murales que narran la historia local. Muy cerca también se ubican iglesias coloniales como el Ex Convento del Carmen y la Parroquia de Santa María de la Natividad, ideales para sumergirte en el pasado espiritual de la región.
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Por lo que visitar Atlixco es caminar entre flores, colores y aire puro. Es un lugar donde cada calle ofrece una historia, cada rincón un respiro y cada día una experiencia distinta. Así que si buscas un plan bonito, económico y cercano, Atlixco te espera con los brazos abiertos y la promesa de hacerte volver una y otra vez.