Imagina escuchar los cascos de las mulas golpeando los adoquines mientras avanzas lentamente por las calles del Centro Histórico de Puebla.
Cuando escuchamos hablar de tranvías, nuestra mente imagina una especie de autobús turístico, que recorre las calles de la ciudad.
Sin embargo, sus antecesores fueron vagones tirados por mulas que recorrían toda la ciudad a mediados del siglo XIX.
Estos tranvías tenían interiores de madera para más de 20 personas y eran exclusivos para las clases altas en la época porfirina.
De acuerdo con el libro “De La Diligencia Al Motor de Gasolina El Transporte en Puebla Siglo XIX y Principios del XX” de la doctora Gloria Tirado Villegas, el primer tranvía llegó a la ciudad en mayo de 1881 y era jalado por mulas.
Su primera travesía partía de la estación que se encontraba frente al Templo del Señor de los trabajos y llegaba hasta a la Calle de la Aduana (hoy 2 Oriente 400).
Los tranvías fueron tan exitosos que se expandieron en poco tiempo, la mayoría de los vagones partían de los portales Hidalgo e Iturbide, situados frente al zócalo.
Asimismo, la doctora Gloria Tirado Villegas, en su escrito, señala que los tramos recorridos tenían una duración de 15 minutos y el servicio era proporcionado por 46 vagones de pasajeros, seis plataformas de carga y tres carros fúnebres, además contaba con 180 mulas y proporcionaba empleo a 150 trabajadores.
La estación de tranvías y el encierro de las mulas, estuvieron establecidos por varios años en la antigua Calle del Nopalito, actual 11 Norte 806.
No obstante, a partir de 1926 los tranvías tirados por mulas fueron sustituidos por otros con motores de gasolina, los cuales recibieron el nombre de “rápidos” o los “fordcitos”.
Estos tranvías duraron como empresa particular hasta 1929, cuando fue adquirida por el gobierno estatal, hasta que se declaró en quiebra.
En 1930 cerró el tranvía de gasolina de Cholula a Huejotzingo y lo único que siguió funcionando fue el tranvía de pasajeros hasta 1941.
Hoy sólo queda el recuerdo y viejas imágenes de aquellos tranvías que fueron parte de la movilidad urbana de la ciudad que estaba en constante evolución.
