Organizar una boda puede ser una tarea que lleve meses de planeación, ilusión y esfuerzo. Sin embargo, lo que debía ser una celebración inolvidable terminó convertido en un escándalo en Puebla, pues una pareja que organizó su boda en el , supuestamente se marchó del lugar sin liquidar el total del pago por el servicio.

El caso se viralizó en redes sociales luego de que ambas partes, la administración del hotel y la familia del novio, publicaran versiones opuestas sobre lo ocurrido el pasado 11 de octubre de 2025, generando debate entre usuarios que se dividieron entre apoyar al establecimiento o solidarizarse con los novios.

¿Qué pasó en el Hotel El Encanto de Puebla?

Todo comenzó el 23 de octubre, cuando la usuaria Gabriela Serdán García, publicó en el grupo de Facebook Tu Boda en Puebla el siguiente texto: “Nunca, nunca se les ocurra alquilar Hotel Terraza El Encanto en Puebla, pésimo servicio”.

La publicación tuvo respuesta este domingo 9 de noviembre por parte de Adán Gómez, empleado del Hotel Terraza El Encanto, quien denunció públicamente que los novios no cubrieron el costo total del evento de su boda, que fue contratado para 90 personas por un monto de 29 mil 700 pesos, equivalente a 330 pesos por invitado.

“El día del evento sólo recibimos un anticipo de 10 mil pesos el 21 de septiembre, y aun así decidimos realizar la boda para no afectar a nuestros clientes”, señaló en la publicación.


De acuerdo al texto, al finalizar la fiesta el novio “no quiso finiquitar el pago” y se retiró al día siguiente sin saldar la deuda total. “Tuvimos que acudir a las autoridades para evitar que se fueran, sin embargo, el novio decidió pagar únicamente 14 mil pesos, dejando una deuda de 5 mil 700 pesos, además del pago pendiente a meseros y descorche”, narró.

El establecimiento aclaró que el paquete contratado incluía ocho horas de servicio, mobiliario, menú de tres tiempos y postre, y negó que el precio del postre fuera de 165 pesos, como afirmó la familia del novio. También desmintió que hubiera goteras, señalando que el día del evento no llovió y que se había realizado mantenimiento previo al deck.

“Desafortunadamente, existen clientes que buscan abusar y aprovecharse de ciertas situaciones. Nosotros trabajamos con responsabilidad, respeto y profesionalismo. Nunca defenderemos gritos, humillaciones, maltrato al personal y faltas de respeto”, concluye la postura del hotel.


De inmediato, Tabata Andrea, quien dijo ser hermana del novio, respondió a lo dicho por los representantes del hotel. Desmintió los señalamientos de Adán Gómez asegurando que su familia sí pagó lo justo y que la razón de no cubrir el monto completo fue el incumplimiento del servicio y las pésimas condiciones del lugar.

“El Encanto fue, sin exagerar, una absoluta decepción: un sitio descuidado, sucio, mal administrado y con un servicio tan deficiente que ni siquiera fueron capaces de gestionar correctamente el cobro”, afirmó tras apuntar que cuenta con fotografías para sostener su dicho, más los comentarios de otros usuarios en Google.


Agregó que el lugar se encontraba en malas condiciones desde una semana antes de la boda. “Había goteras por todas partes, el deck deteriorado, los baños sucios y sin limpiar. El viernes antes del evento nos dijeron que no tenían mesas y tuvimos que limpiar y preparar el sitio nosotros mismos”, relató.

Tabata aseguró que incluso su madre, de 70 años, y su cuñada embarazada, tuvieron que ayudar en las labores de limpieza. “Los invitados llegaron mientras aún estaban trapeando. ¿Se imaginan eso? Fue un verdadero infierno”, escribió.

Además, acusó que el banquete se retrasó hasta hora y media; faltaron meseros, pues de 8 solo asistieron 3; también faltaban centros de mesa; el área del evento tenía cucarachas y el agua y las luces prometidas por el personal del hotel nunca fueron colocadas.

Según Tabata Andrea, los gastos extras ocasionados por los retrasos y fallas del lugar fueron cubiertos por la familia, lo que justificó la reducción en el pago final. “No fue que no quisiéramos pagar, fue que no cumplieron con nada de lo prometido”, enfatizó.

La hermana del novio aprovechó para agradecer a los proveedores externos contratados para el evento, quienes -según su testimonio- sí cumplieron con profesionalismo y calidad.

Mencionó a la wedding planner Maricruz Albisua, a la florería OK, a la barra libre 14 Onzas, al fotógrafo César Prado (Áurea) y al violinista José Navarro, a quienes calificó con “10 de 10”. “Si no hubiera sido por ellos, el evento simplemente no habría salido”, señaló.

También aseguró que la familia no intentó huir del lugar sin pagar, como señaló el hotel. “Si esa hubiera sido la intención, lo habríamos hecho. Cuando desperté (porque se hospedaron en el mismo hotel), no había nadie en recepción; aun así, esperamos al gerente para conciliar el importe, porque queríamos ser justos y transparentes”.

Pero la réplica y contrarréplica no acabó ahí. A la conversación se sumó una empleada del hotel, identificada como Annia Morales, para defender al establecimiento.

Afirmó que sí se contó con ocho meseros, no con tres, como denunció la familia, y que el conflicto surgió cuando el novio comenzó a gritar y discutir con la gerente Ingrid durante el evento.

“La señora Gabriela comenzó a humillar al personal. Hablan de educación, pero al final demostraron otra cosa”, escribió la trabajadora.


Ante esta nueva declaración, Tabata Andrea volvió a responder: “Si las traté tan mal, ¿por qué no rechazaron los esquites que les ofrecí? Uno de sus meseros se sentó a platicar con nosotros ¿Eso parece maltrato? No lo creo”.

Integrantes del grupo Tu Boda en Puebla no perdieron la oportunidad de postear mensajes a favor y en contra, tanto hacia el hotel como a la familia de los novios.

“Si no tenían dinero para una boda, no hubieran hecho fiesta”, “Yo he organizado eventos en el Hotel El Encanto y siempre he quedado satisfecha”, “El hotel El Encanto ya no es lo que era antes, no lo recomiendo”, “La culpa fue del hotel por permitir que se hiciera la boda cuando aún no estaba liquidado al cien por ciento”, “Por eso siempre hay que firmar un contrato por el servicio solicitado y quien no lo cumpla que sea sancionado”, fueron parte de los mensajes.


Hasta el momento, ninguna de las partes ha presentado una denuncia formal ante las autoridades, aunque el caso ha generado decenas de comentarios y reseñas en redes sociales.

El conflicto expuso la falta de regulación y mecanismos claros en la contratación de servicios para eventos en Puebla, donde tanto los prestadores como los clientes suelen depender únicamente de la buena fe y los acuerdos verbales.

Mientras el Hotel El Encanto insiste en que fue víctima de un cliente que no quiso pagar, la familia del novio sostiene que fue un fraude por incumplimiento de contrato y mala calidad del servicio.

Entre acusaciones cruzadas y versiones opuestas, lo cierto es que lo que debía ser una celebración de amor terminó convirtiéndose en una batalla pública que ha dejado mal sabor de boca a todos los involucrados.

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