¿Sabías que en Puebla existe una muñeca conocida como la Anabel poblana? Así como lo lees, esta escalofriante muñeca está hecha de porcelana y se caracteriza por tener dientes y cabello real.

“Emma” es el nombre de esta muñeca, la cual, de acuerdo con sus cuidadores, está inspirada en una niña originaria de Puebla que falleció de muerte de cuna a los tres años.

Sus padres, quienes no soportaron el dolor de la pérdida de su hija, decidieron inmortalizarla en una muñeca de porcelana, a la que injertaron los dientes de leche de la pequeña, así como mechones de cabello.

Sin embargo, algo que la hace más escalofriante, es que la figura de porcelana, tiene en su interior un mecanismo para llorar, abrir y cerrar los ojos.

Se dice que a este juguete, la familia lo trataba como a un humano, pues le contaban cuentos, le daban de comer e incluso jugaban con ella.

Por si fuera poco, en la espalda de la muñeca se puede leer una leyenda con el nombre completo, la causa de muerte de la niña y un sello de la casa alemana-judía que la fabricó.

Cabe resaltar que el caso de Emma es una práctica de necrografía, pues de acuerdo con varios historiadores, al morir un niño se mandaba a hacer una figura o imagen a semejanza, con la ropa que usaba, además de que se practicaban rituales para que el juguete reemplazará al menor fallecido y fuera tratado como tal.

La muñeca, de más de un siglo, llegó a manos de Domenikos Ruíz Muñoz, un coleccionista mexicano, a través de una donación, por parte de los descendientes de esta familia.

Actualmente, Emma se encuentra en el Museo de la Bicicleta Antigua y el Objeto, que se ubica en la calle Libertad privada Miguel Hidalgo número 6 de la colonia Benito Juárez, junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán, en la ciudad de Puebla.

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