En el mes de abril se podrá apreciar el paso del Cometa Diablo (12P/Pons-Brooks, su nombre oficial), un fenómeno que, según los especialistas, se registra cada siete décadas. Esto significa que es poco probable que haya muchas personas vivas que hayan presenciado su última vez.
En general, se considera que el Cometa Diablo tiene tres veces el tamaño del Everest. Hasta la fecha, aquellos que poseen un telescopio pueden observarlo debido a su tamaño, ya que tiene un diámetro de 30 kilómetros.
Desde la Ciudad de México, incluso es posible verlo con binoculares mirando en dirección noreste a una altitud de 62 grados sobre el horizonte.
Según los astrónomos, el mejor momento para observar al Cometa Diablo será el próximo 21 de abril, cuando alcance el perihelio. Aproximadamente un mes antes comenzará a ser visible en el cielo nocturno y, conforme se acerque al perihelio, será más brillante.
Sin embargo, una vez que el Cometa Diablo pase el perihelio del 21 de abril, comenzará a alejarse del Sol y dejará de avistarse en el norte de América y del planeta.
En general, se estima que el Cometa Diablo no regresará cerca de la Tierra hasta el 2095. A la fecha, se encuentra en la constelación de Andrómeda, a una distancia de 245 millones 991 mil 183 kilómetros de la Tierra.
El Cometa Diablo es definido por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL por sus siglas en inglés) como un cometa de tipo Halley. Tiene un período orbital de entre 20 y 200 años; por lo tanto, es posible observarlo desde la Tierra cada 70 años.
Fue descubierto en 1812 por Jean Louis Pons, quien observó su brillo en el cielo de Marsella, Francia. En 1883, William Robert Brooks reveló que se trataba de un cometa periódico. Su más reciente aparición se concretó en 1957.