Viral

Haz que Regrese

Una brutal historia sobre el luto que consolida al 2025 como un excelente año para el cine de horror

Haz que regrese | Foto: A24

Los hermanos y directores australianos Danny y Michael Philippou cuentan con una carrera que podría definirse como interesante. A pesar de que su debut cinematográfico sucedió con Háblame en 2022, el dúo cuenta con una larga lista de cortometrajes y videos de entretenimiento que subían a su canal de YouTube RackaRacka, donde poco a poco se hicieron de un nombre al crear videos de acción compleja, donde escenarios completos eran destruidos con base en una excelente coreografía y gran manejo de cámara.

A partir de aquí, los hermanos se especializaron en los efectos prácticos, utilizando ingredientes de cocina para crear escenas grotescas y dotadas de un humor negro y ácido que los lanzó al estrellato rápidamente. Tras recolectar suficiente dinero con YouTube y otros medios, los hermanos finalmente decidieron hacer el salto a la pantalla grande, donde sorprendieron al mundo con un filme de horror que aprovecha el escenario contemporáneo para dar un comentario sobre las redes sociales y la presión del contenido viral sobre los jóvenes, mezclado con una buena dosis de sus efectos insignia que ahora aprovecharon un presupuesto mayor para traer a la vida conceptos mucho más complejos y brutales.

Danny y Michael Philippou han demostrado su talento con tan sólo dos largometrajes en su filmografía. Su próximo proyecto será "Talk 2 Me" | Foto: A24

El filme fue un éxito rotundo en crítica y taquilla, lo que le aseguró al dúo un nuevo filme bajo la casa productora semi independiente de A24.

En una industria donde el horror y el terror han renacido como géneros mucho más experimentales, con lugar para todo tipo de propuestas donde se abordan los temas más sencillos, incómodos y complejos de manera metafórica y directa, el nuevo filme de los Philippou levantó expectativa al mantenerse en la línea independiente y alrededor de la maternidad. ¿Podrá el dúo comenzar una racha de éxitos con su segunda película? ¿Podrán repetir el éxito de Háblame? ¿Qué tipo de estilo se forjarán a partir de ahora?

Así llega Haz que Regrese. Dirigida por Danny y Michael Philippou (Háblame), y protagonizada por Billy Barratt (El Regreso de Mary Poppins, Kraven: El Cazador), Sally Hawkins (Wonka, La Forma del Agua), Jonah Wren Phillips (Human Error, How to Make Gravy), Sally-Anne Upton (Vecinos, Bogan Pride) e introduciendo a Sora Wong.

En este filme de horror, seguimos la historia de Andy (Billy Barratt) y Piper (Sora Wong), dos hermanos que deben encontrar un nuevo hogar tras la repentina muerte de su padre. Cuando la pareja es acogida por la tierna señora Laura (Sally Hawkins), deberán enfrentarse a la oscuridad que emana de su hogar, donde también habita Oliver (Jonah Wren Phillips) un niño peculiar con un propósito siniestro.

Sora Wong y Billy Barratt comparten una gran química durante toda la película, creando un vínculo que sostiene gran parte del suspenso hacia el clímax de la historia | Foto: A24

Lee más:

Haz que Regrese es un filme que se construye alrededor de sus personajes, los cuales no serían los mismos sin el excelente trabajo de todo el cast en cada instante de la película, ya sea por sí solos o confrontados en alguna secuencia.

Sally Hawkins es realmente espectacular en su papel como Laura, una madre que ha perdido a su hija y con ella todo propósito que la vida pueda darle, hasta que una respuesta sobrenatural llega a su puerta. Hawkins, reconocida por roles mucho más inocentes y emocionales, explota esta faceta con la que se le asocia para crear un personaje que actúa con las intenciones más honestas posibles y los métodos más brutales, creando un estado de maternidad mucho más asociado a la violencia encontrada en la naturaleza que en la norma social.

Hawkins encuentra el punto perfecto para destacar lo siniestro en lo puro, con sus gesticulaciones, tono de voz y movimientos completamente sedimentados en un personaje hecho para generar confianza, pero que rápidamente puede cambiar de intención y lectura con los movimientos y la expresión correcta, dejando que sus ojos cuenten su verdadero sentir a lo largo de toda la historia.

Sally Hawkins sorprende con una siniestra interpretación como "Laura", donde observamos un lado oscuro de la maternidad surgiendo desde el duelo | Foto: A24

Lee más:

En los momentos de frenesí, Hawkins libera una energía aterradora, dominando cada una de sus escenas con una aparente fragilidad mortal que suma a lo hórrido de las secuencias.

El joven Jonah Wren Phillips también brilla de forma perfecta con una excelente interpretación que parece completamente sencilla, pero efectiva. Phillips utiliza el silencio y la mirada como ventaja, con su personaje actuando como un verdadero depredador enjaulado que sólo espera el momento perfecto para atacar. Momentos sutiles como respiraciones lentas, movimientos erráticos y rápidos, miradas perdidas y una gran disposición del actor para escenas prácticas de gran calibre, hacen que su personaje sea el más impactante de toda la historia, contando con una dualidad similar a la de Hawkins, donde Phillips es tanto aterrador, como inocente.

Por su parte, Billy Barratt y Sora Wong comparten una química imperdible que ayuda a construir el suspenso y el peso emocional de una gran parte del filme. El personaje de Barratt, aunque enfrascado en un reconocible papel de hermano mayor guardián, se abre emocionalmente para evitar todo tipo de cliché con respecto a una relación de hermanastros, abordando las dificultades de su relación a través de secretos y mentiras blancas que mantienen un objetivo protector en lugar de sobreponer celos o frustraciones, lo cual ayuda a que el filme se concentre en evolucionar las relaciones y la historia, en lugar de resolverlas previo a las revelaciones y eventual clímax.

Por su parte, Wong, quien debuta en este filme, mantiene una actuación destacable, en especial derivado de su química con Barratt, pero es notable su falta de experiencia en algunas secuencias, pero nada que distraiga ni derrumbe el ritmo de la película.

La historia, por su parte, es sencilla y directa, siendo completamente descifrable a partir del primer cuarto del filme, lo cual puede ser tanto un punto positivo como negativo para las audiencias. Por un lado, la película aprovecha esta transparencia para concentrarse en el desarrollo directo de los personajes con todas sus motivaciones, deseos y miedos sobre la meza, desarrollando cada secuencia para dar información emocional sobre la situación de cada uno, pues el filme aborda el luto y los procesos del duelo tras la muerte de un ser querido en sus distintos ángulos: aceptación, trauma, miedo, negación y hasta alivio.

La manera en la que los personajes de Hawkins, Barrett y Wong se contraponen emocionalmente a lo largo de este proceso es el verdadero gran atractivo del filme en materia narrativa, con el personaje de Phillips, quien lleva la carga sobrenatural de la historia, siendo un vehículo narrativo que poco aporta a la conversación temática, pero no por ello deja de ser interesante, pues se utiliza como demostración del extremo maternal para recuperar lo perdido.

Jonah Wren Phillips hace un espectacular trabajo durante toda la película, entregando una actuación aterradora basada en el silencio | Foto: A24

En términos de horror, los hermanos Philippou continúan dando cátedra sobre brutalidad y uso de efectos prácticos. Cada escena que involucra algo siniestra se desenvuelve con una naturalidad oscura que genera una atmósfera inquietante, la cual sólo crece aún más cuando el terror se vuelve físico e interviene algún objeto u acción que termina en tragedia, desplegando una galería de efectos especiales completamente prácticos – y a primer cuadro, para no perder ningún detalle – que le da mucha más vida a la experiencia cinematográfica, dando a luz un estilo que podría sentirse familiar para el cine de horror de finales de los 80’s.

Además, el dúo demuestra su habilidad para dirigir al cast y mantener una narrativa visual consistente y fascinante, con una iluminación y diseño de producción meticulosa que ayuda a hacer de los escenarios mundanos una presencia siniestra que oculta más secretos y detalles de los que uno espera, pues mucho de la película opta por un lenguaje visual en donde el diálogo sólo es un punto complementario a la narrativa general.

Sin embargo, un punto posiblemente negativo es su final, el cual cae en un cliché a pesar de contar con todos los elementos para proponer un desenlace diferente; sin embargo, el final actual cuenta con su propio mérito, nuevamente dentro de la narrativa de la maternidad y el duelo, el final trata de proponer una discusión que no crece de manera natural, pues está tan arraigada al estilo hollywoodense que no parece completamente propia del filme en sí misma.

Al final, Haz que Regrese es una excelente experiencia de horror que no se limita a reflexionar sobre complejidades emocionales de la realidad. Sus excelentes actuaciones, dirección y efectos especiales crean una atmósfera inquietante llena de estrés y grandes secuencias gore que sorprenderán a los fanáticos del género. Con un ritmo sencillo, pero eficaz, la historia te mantendrá al filo del asiento no por el misterio de su historia, sino por las decisiones que los personajes toman para intentar someter a la vida y a la muerte a sus propios deseos.

Sin duda alguna, los hermanos Philippou han comenzado un legado en el horror que merece ser reconocido.

9/10

Cargando contenido...