El Estadio Cuauhtémoc, el icónico recinto del Club Puebla, luce cada vez más vacío. ¿Dónde quedó la afición? Entre malos resultados, decisiones polémicas y hasta una pésima logística, cada vez menos poblanos se animan a ir. Aquí te contamos por qué.
Si un club ya tiene problemas en la cancha, lo último que necesita es enemistarse con su afición. Pero el Puebla lo logró con campañas como “Este Puebla no es para ti”, que en 2023 fue un tiro en el pie.
A esto se suman rumores de venta y falta de inversión en el equipo. Con este panorama, muchos prefieren quedarse en casa y ahorrarse el disgusto.
Aunque los boletos no son los más caros de la Liga MX, ir al estadio implica más que solo pagar la entrada. Entre transporte, comida y hasta estacionamiento, la cuenta se eleva. En tiempos donde cada peso cuenta, muchos poblanos se preguntan: ¿vale la pena gastar en un partido donde lo más emocionante es el himno antes del arranque?
Por otro lado, los partidos en viernes por la noche son un dolor de cabeza. Salir tarde del estadio y enfrentarse a la falta de transporte público no es la mejor experiencia. Si a esto le sumamos la inseguridad en la zona, la ecuación es clara: mejor ver el partido desde la comodidad del sillón y sin riesgos.
Otro punto clave es la competencia con otros planes de entretenimiento. Hoy en día, las plataformas de streaming, las series y hasta una salida a Cholula parecen opciones más atractivas que ver a un equipo sin rumbo. Y si la televisión transmite el partido gratis, ¿para qué gastar?
Los números no mienten:
La respuesta corta: depende. El Club Puebla necesita algo más que promociones de boletos para recuperar a su afición. Si no hay cambios en la cancha y en la gestión del equipo, la frase “nadie quiere ir al Estadio Cuauhtémoc” será una triste realidad que se quedará por mucho tiempo.