Nuestro país es rico en cultura y tradiciones y uno de los principales aspectos que conforman su identidad como nación es la concepción que se tiene sobre la vida, la muerte y todas las creencias que giran en torno a ellas.
Tal es el caso del Día de Muertos, una de las festividades más importantes que se celebra año con año a finales de octubre y principios de noviembre.
Esta festividad se originó como un sincretismo entre las celebraciones católicas y las costumbres prehispánicas. Por ejemplo, el pan, las velas, los santos, son elementos europeos; mientras que el copal, el cempasúchil y las calaveras, son elementos prehispánicos.
La costumbre es colocar la ofrenda desde la noche del 31 de octubre y quitarla hasta el 3 de noviembre, pero esto puede cambiar dependiendo de quiénes son las visitas que recibes, ya que las fechas varían si son almas de niños, mascotas o adultos.
La tradición establece que la ofrenda siempre se puede colocar el 26 de octubre, un día antes de que comiencen a llegar las almas de nuestros amigos, familiares y mascotas.
Y es que se cree que este día también llegan las almas de los niños inocentes, por ejemplo los bebés y los niños que murieron antes de cumplir los 7 años de edad.
En este día regresan todos los peluditos del más allá, llegan a visitar la casa en la que vivieron, por ello, en uno de los rincones de tu casa puedes colocar agua y algún tipo de alimento favorito de tu mascota.
En esta fecha se recibe a las personas que murieron en un accidente o de forma repentina o violenta, así como a las ánimas solas. En caso de tener a alguien que falleció de esta forma, se le puede colocar una veladora y una flor blanca.
Este día está dedicado a las personas que murieron ahogadas. La tradición dicta que este día, las ofrendas se levanten en honor a aquellos que fallecieron dentro de una fosa llena de agua de manera trágica.
Se deja una veladora y se coloca un vaso de agua por aquellas almas olvidadas o que no tienen familia que los recuerde.
En este día se recuerda a los niños no nacidos o los que no fueron bautizados. Se dice que hay hacer un camino de pétalos de flor de muerto para la llegada de los infantes difuntos.
Este día está dedicado a las personas que fallecieron durante su infancia. En este día se pone toda la comida dulce, calabaza, guayaba, chocolate, miel y flores.
Se recuerda a todos los difuntos que dejaron el mundo cuando ya eran adultos y recordando a nuestros ancestros como abuelos o bisabuelos. En este día se coloca toda la comida y bebidas que amaba el difunto.
Se despide de todas las almas que llegaron
El 2 de noviembre es el fin de la tradición, pues este día se recibe la última visita de las almas. Se considera que al día siguiente, es decir, el 3 de noviembre se debe quitar la ofrenda.
En este día se quema copal y se les despide pidiendo que vuelvan el siguiente año.
Cabe destacar que la celebración del Día de Muertos fue declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2008 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).