El FOMO, por sus siglas en inglés fear of missing out o «temor a perderse algo», es un fenómeno que afecta especialmente a la y que puede tener consecuencias económicas y psicológicas importantes. Este miedo a no estar presente en experiencias, inversiones o interacciones sociales puede llevar a decisiones impulsivas que podrían llevarte a la quiebra. Quédate en esta nota para saber más al respecto.

¿Qué significa FOMO y cómo nos afecta?

El FOMO se define como la ansiedad social que genera un deseo constante de estar al tanto de lo que otros hacen, con miedo al arrepentimiento o a perder oportunidades. Esto se traduce en una preocupación compulsiva por participar en experiencias, consumir contenido, adquirir productos o invertir en oportunidades que percibimos como valiosas.

Según expertos, este fenómeno no solo afecta la esfera social, sino también la económica, pues puede fomentar el consumo impulsivo y decisiones financieras poco meditadas.

FOMO en la Generación Z: redes sociales y consumo de contenidos

Un estudio del Congreso Internacional Comunicación y Pensamiento explica que la Generación Z es especialmente vulnerable al FOMO, debido a su constante exposición a contenido digital y redes sociales. El incremento del uso de dispositivos móviles y plataformas de streaming, acentuado durante la pandemia de Covid-19, ha intensificado esta ansiedad. Los jóvenes toman decisiones continuas sobre qué contenido consumir y en qué momento, lo que genera obsesión por estar conectados y presentes en todo.

Este comportamiento puede derivar en trastornos psicológicos, como ansiedad, depresión, insomnio y problemas alimenticios, además de impactar negativamente sus finanzas si el FOMO se traduce en compras impulsivas o inversiones mal calculadas.

¿Cómo el FOMO puede llevarte a la quiebra?

El miedo a quedarse fuera de experiencias o oportunidades puede empujar a las personas a gastar de más o asumir riesgos financieros innecesarios. Plataformas como Netflix y otras marcas de streaming han convertido esta necesidad de estar al día en un negocio rentable, incrementando suscripciones y horas de consumo. Sin embargo, el consumidor impulsivo, impaciente y exigente puede terminar gastando más de lo que puede permitirse, generando problemas económicos graves.

Expertos recomiendan identificar los síntomas del FOMO y establecer límites claros de consumo digital y financiero. Aprender a diferenciar entre oportunidades reales y aquellas inducidas por la presión social o digital es clave para proteger tanto la salud mental como la economía personal.

Consejos para controlar el FOMO

  • Establecer horarios limitados de uso de redes sociales y plataformas digitales.
  • Priorizar decisiones financieras basadas en necesidades y objetivos, no en impulsos.
  • Fomentar actividades fuera de línea que generen bienestar y sensación de pertenencia.
  • Reflexionar antes de realizar compras o inversiones motivadas por miedo a perder algo.
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