La figura del lechero a bordo de su bicicleta es parte de la historia y tradición de nuestro país, cuando era la fuente de ingresos para muchas familias; sin embargo, cada vez se le ve menos en las calles, por lo que muchos le llaman un oficio en peligro de extinción.

Durante el siglo XX, los lecheros llegaban hasta la puerta de la casa, facilitando la compra y el consumo de leche.

Tus abuelos o padres sí recordarán aquellos años en que el “Don de la leche” llegaba en su bicicleta gritando  “la lecheeeeee”, o  hacían sonar a su llegada con una bocina o corneta.

Los consumidores sacaban sus recipientes de su casa, pedían 1 o dos litros de leche fresca, sin tener que ir a la tienda.

Los lecheros recibían la leche directamente de las granjas productoras, de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR) Puebla es el séptimo productor nacional de leche bovina.

De esas demarcaciones, detalló la SDR, Tecamachalco ocupa el primer sitio con el 10.3 por ciento de la producción de leche.

Entre otras se encuentran: Tochtepec, Atoyatempan, Tehuacán, Huejotzingo, Palmar de Bravo, Ocoyucan, Tepeaca, Libres, Tepeyahualco, San Andrés Cholula, Atlixco entre otras.

¡Eres hijo del lechero!

Este oficio de repartir leche a domicilio, incluía un servicio completo, muchos lecheros entraban hasta la cocina a depositar la leche y a retirar los envases vacíos.

De esta costumbre se originó la burla de: “él es hijo del lechero”, refiriéndose a que los lecheros tenían alguna relación sentimental con las amas de casa una vez dentro de la casa.

La modernidad y los lecheros

A mediados del siglo XX, las grandes compañías productoras de leche comenzaron a expandirse y distribuir  sus productos en todas las tiendas del país.

Poco a poco la gente se acostumbró a comprar su leche en las abarroterías y los supermercados, así fue como la economía de los lecheros comenzó a cambiar.

Es por eso que cada vez se ven menos lecheros en la calle, aunque aún existen, sobre todo, en algunas localidades del interior del estado.

La Unión Ganadera Regional de Puebla ha expresado este año que  la actividad de leche bronca en la entidad ha dejado de ser rentable desde hace cinco años, esto derivado del desfase que existe entre los costos de producción y el precio en el que comercializan su producción.

El secretario general de la Unión Ganadera Regional de Puebla, Ángel Minutti Castro, comentó en 2021, que la mayoría de los productores han vendido sus vacas para dedicarse más a la agricultura, porque vivir de la comercialización de leche no es suficiente para mantenerse.

Quienes recuerdan esa leche de bicicleta, concuerdan que el producto era de gran calidad y el sabor completamente diferente a la que se compra hoy en los supermercados.

La modernidad ha modificado muchas tradiciones e impuesto barreras de comunicación y relación interpersonal, la gente ya no está dispuesta a consumir este tipo de producto, ni mucho menos recibirlos en su hogar.

Esta situación no hace suponer que no pasará mucho tiempo para que este oficio tradicional de nuestro país desaparezca por completo.

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