Val’Quirico comenzó como una zona residencial de arquitectura inspirada en la Toscana italiana, pero al paso de los años se convirtió en un atractivo turístico que los paseantes aprovechaban para tomarse fotografías en escenarios con aires europeos. Hoy, este destino ubicado en Tlaxcala, ya decepciona a turistas por varias razones.
Este pintoresco lugar cumplió su décimo aniversario en septiembre del 2024 y aunque muchos creen que es un Pueblo Mágico, no es así, pero en 2023 recibió el reconocimiento como parte de los “Reinos de México” por ser un desarrollo turístico e innovador que enriquece y renueva la oferta de un destino mediante la integración de diversas culturas internacionales.
Adolfo Blanca Núñez es el empresario poblano que encabeza Grupo aBanza -ahora llamado Universo aBanza-, conformado por industriales del sector inmobiliario, hotelero, alimentario y textil, quienes juntos crearon este novedoso concepto que se basa en el estilo de la Toscana italiana.
La arquitectura de la Toscana se caracteriza por sus inmuebles rústicos con el uso de materiales naturales que conectan con el entorno, de colores sobrios y cálidos, donde se suele usar piedra caliza, terracota y estuco.
Los techos de paja, los ventanales y puertas de madera, así como las jardineras y macetas son elementos indispensables en el paisaje.
El costo de una vivienda en Val’Quirico es de aproximadamente 6 millones a los 10 millones de pesos.
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El boom de val’Quirico como destino turístico comenzó aproximadamente hace 8 años, cuando había únicamente unas cuantas viviendas ocupadas, tres o cuatro restaurantes y amplios jardines donde los turistas podían caminar, subirse a una burbuja inflable, pasear a caballo y tomarse algunas fotografías que después difundían en redes sociales.
Esas imágenes se fueron viralizando, pues nadie creía que hubiera un paisaje europeo muy cerca de Puebla y así comenzaron a llegar cada vez más visitantes, hasta convertirse en el destino que conocemos hoy con 29 restaurantes, 10 bares, 14 tiendas de alimentos, 14 cafeterías, 17 actividades turísticas, 5 hoteles y 65 boutiques de ropa, artesanías, joyería y demás.
Algunos aspectos que desagradan a algunos de los visitantes son la falta de autenticidad, pues aunque se promociona como un pueblo medieval en realidad es un centro comercial sin historia ni cultura propia; también critican los precios elevados en restaurantes y tiendas; consideran que más allá de caminar por sus calles y tomar fotos no hay otro atractivo cultural, ello sin contar con la canridad de gente que visita este sitio los fines de semana y que vuelve intransitable la zona a pie y en auto.
“Es un engaño y un abuso”, “Sólo van a ver un centro comercial grande sin historia ni autencidad”, “Lo puedes recorrer en 3 o 4 horas y comer ahí te cuesta 300 o 400 pesos mínimo”, son algunos de los comentarios en TripAdvisor y TikTok.
Pero también hay turistas que consideran que este lugar ofrece una alternativa distinta de entretenimiento y que puede ser solo un destino de paso para después ir a comer a Puebla.