Pocos saben que en el estado de Puebla hubo uno de los albergues alpinos que fue considerado como uno de los mejores del mundo, pero actualmente luce completamente abandonado y con huellas de vandalismo, a las faldas del volcán Popocatépetl.
Usuarios en redes sociales comparten distintos videos y fotografías que dan muestra de cómo luce actualmente el albergue alpino Tlamacas, un espacio que sirvió como refugio para quienes tenían como meta conquistar la cima del volcán Popocatépetl.
En las historias de TikTok se muestran las características del espacio: una gran casa para recibir a los alpinistas poblanos, nacionales y hasta internacionales.
La construcción fue diseñada como una gran cabaña para no romper con el entorno natural del bosque y un techo rústico con estilo de dos aguas con teja roja, pero hoy tiene marcas de grafiti.
Las puertas y marcos de madera están decoloradas, astilladas y rotas, lo mismo que los vidrios que años atrás sirvieron para cubrir del frío o de la lluvia a quienes ahí durmieron o acudieron como turistas.
Todo el material a base de hierro, como las 4 astas banderas, están completamente oxidadas por las condiciones climáticas, mientras que la mayoría de los escalones están cubiertos por la hierba crecida, por la tierra y por la ceniza del volcán Popocatépetl.
Mucha tristeza generan las condiciones en las que se encuentra el albergue alpino Tlamacas, cerrado desde hace 30 años.
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¿Por qué se cerró el albergue alpino de Tlamacas?
De acuerdo con archivos del periódico El Universal, el albergue alpino Tlamacas, llamado oficialmente como albergue Vicente Guerrero, se inauguró en 1973 y fue uno de los refugios más concurridos en el país.
Los alpinistas y visitantes que llegaban a Tlamacas podrían obtener las vistas más hermosas del volcán Popocatépetl, el Iztaccíhuatl, el Pico de Orizaba y La Malinche.
Este lugar se encuentra a 4 mil 12 metros sobre el nivel del mar y en una línea recta hacia el cráter del volcán Popocatépetl hay una distancia de 4 kilómetros, de ahí la razón por la cual era punto obligado para los alpinistas que iban hacia la cima de Don Goyo.
Durante la década de los 70 tuvo un gran auge, pues no solo fungía como albergue alpino sino como un sitio turístico para las familias, ya que Tlamacas contaba con todos los servicios.
Las escaleras al interior estaban forradas de madera y en la planta baja tenía el recibidor con una hermosa chimenea en forma de un cono invertido para dar calor a los visitantes.
En la planta baja había una amplia cocina y baños, mientras que en la parte de arriba estaban las habitaciones con literas, chimeneas y baños con azulejos de color rojo que hacían contraste con los muebles blancos del baño.
Tlamacas tenía una capacidad total de hospedaje de 178 lugares, 98 en literas y 80 en colchones de emergencia en los tapancos, pero dejó de operar el 21 de diciembre de 1994.
Información de El Universal señala que ese 21 de diciembre, durante la madrugada, los poblanos y las autoridades fueron sorprendidos por la explosión del volcán Popocatépetl, y a las 16:35 horas se cerró el albergue alpino del que tuvieron que desalojar a 70 alpinistas.
Por el riesgo que representa la actividad en el coloso es que las autoridades restringieron el paso de las personas en un radio de 12 kilómetros del cráter.
Desde entonces este refugio está totalmente abandonado, aunque con vigilancia porque es justo en el cerro de Tlamacas donde se localiza la cámara de videovigilancia del Centro Nacional de Prevención de Desastres Naturales (Cenapred) que se encarga de monitorear todos los días al volcán Popocatépetl.
Atrás quedaron las postales con un mar de gente que acudía al refugio en plan de excursión o para disfrutar con la familia cuando Don Goyo lucía nevado.
