La lealtad de los animales de compañía, en particular de los perros, a lo largo de la historia ha sido no solo documentada sino también reconocida.

Incluso antes de la era de las redes sociales, corridos y leyendas han destacado la fidelidad de los perros y el cariño inquebrantable que los une a sus dueños.

Recientemente, la película “Siempre a tu lado, Hachiko” plasmó la historia de un perro fiel, que permaneció junto a su humano hasta el último de sus días.

El vínculo entre los perros y sus propietarios trasciende el tiempo y la distancia. Ahora, un nuevo testimonio de esa fidelidad y conexión está circulando en redes sociales, impactando a un considerable número de usuarios.

Dos videos de TikTok muestran a una perrita sentada en una silla al lado de un ataúd, donde, según el relato, reposa el cuerpo de su dueña.

@mwellll

Kahit antok na antok na si Georgia tita babantayan ka pa din nya.🥺❤️

♬ Scott Street (Slowed Down) - Phoebe Bridgers

El canino, de color café y pelo corto, parece abatido y cansado, pero aun así no se separa del ataúd. Incluso se aprecia cómo lucha por mantenerse despierto.

Quizás espera que su dueña reaccione, aunque hay quienes aseguran que los perros perciben cuando una persona ha fallecido, pero impulsados por su lealtad, se resisten a dejarla y custodian su cuerpo, como una expresión de tristeza y fidelidad.

Los videos, compartidos en TikTok por la usuaria @mwellll, uno de 20 segundos y otro de 40 segundos, resultan impactantes y conmovedores. La lomita cambia de posición varias veces, es saludado por uno de los asistentes, e incluso se acurruca para intentar descansar un poco, pero nunca se aleja del ataúd de su dueña.

@mwellll

Last night🥺

♬ original sound - MELOPHILE 🎶

La reacción de los usuarios de la red social no se hizo esperar y algunos incluso ofrecieron sugerencias sobre cómo debería ser tratado el perro, mientras que otros compartieron sus experiencias personales.

Rosaurasan comentó: “les cuento que, cuando mi abuelita falleció, mi perrito falleció al día siguiente: y cuando él se estaba yendo de este mundo, lloraba diciendo mamá, mamá. No saben cuánto lloré en ese momento”.

Yampiz expresó: “¿Por qué no hablan con él y lo acercan al ataúd, para que lo vea y asimile que ya no estará? El perrito de mi tío estaba así, esperándolo, hasta que hablamos con él”.

Leslie Miranda recordó: “cuando mi novio murió, su perrito llegó a recibirlo desde la entrada de la calle cuando ya lo traía la funeraria. No sé cómo lo supo, pero salió a encontrarlo como lo hacía cuando estaba vivo”.

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