Puebla destaca a nivel nacional por el número de iglesias que existen en sus municipios y es tal la cantidad de fieles católicos que cada domingo los templos lucen llenos. Pero este fin de semana ocurrió algo inesperado en la Basílica de la Inmaculada Concepción en Chignahuapan, pues una abuelita llegó tarde y le cerraron las puertas.
Como ya no la dejaron pasar, la mujer adulta mayor tuvo que escuchar la misa parada junto a la reja de la iglesia, ante la mirada incrédula de paseantes.
¿Por qué le negaron el acceso a una abuelita en una iglesia de Chignahuapan?
Los hechos ocurrieron el domingo 1 de julio y, según el relato de los testigos, la mujer llegó a misa a las 7:15, 15 minutos después de que inició la liturgia.
En un video que difundió en redes sociales uno de los testigos, se observa que a esa hora de la mañana, la iglesia no estaba llena ni había una celebración especial por la que se le pudiera negar el acceso, lo que causó indignación entre los internautas.
La mujer, quien acostumbra ir a misa cada domingo, no tuvo más alternativa que pararse en la reja para al menos escuchar la ceremonia religiosa.
En la reja de la Basílica se observa un letrero que dice “cerrado” y otro más donde están los horarios de las misas dominicales y los horarios de visita, pues además se trata de un sitio turístico para quienes visitan el Pueblo Mágico de Chignahuapan.
Es en ese letrero donde se advierte a los feligreses que durante los horarios de las misas se cerrarán las puertas y se abrirán hasta que termine la liturgia.
Los horarios de las misas dominicales son a las 7:00 am, 9:00 am, 11:00 am, 01:00 pm, 5:00 pm y 7:00 pm. Mientras que los horarios de visita son de 6:00 a 6:50 am, 8:10 a 8:50 am, 10:10 a 10:50 am, 12:10 a 12:50 pm, 2: 30 a 4:50 pm y de 6:10 a 6:50 pm.
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“Y desde cuándo cierran las puertas para hacer una misa”, “la iglesia es libre y en la vida nunca habían cerrado las puertas de la iglesia, Dios no te cierra las puertas, denuncien”, “Sigan dando diezmos, según la casa de Dios está abierta para todos”, son algunos de los comentarios de rechazo ante esta medida.
Pero también hubo posturas a favor: “Son reglas de la parroquia, a nosotros nos ha tocado varias veces, recordemos que estamos mal educados, somos necios y se interrumpe, todos volteamos a ver quién llegó, cómo viene vestido…”.
