Con el objetivo de definir si un vehículo está autorizado por los mínimos legales para ser distribuido a los clientes es que se comenzaron a realizar pruebas de choque.

Se trata de una prueba destructiva que generalmente se realiza para garantizar estándares de diseño seguros en cuanto a resistencia a los choques y compatibilidad con choques para varios modos de transporte o sistemas y componentes relacionados.

Es un  examen ultra riguroso, diseñado para imitar situaciones reales y probar la fortaleza estructural de los vehículos.

En la década de los 90 comenzaron a ser populares, pero fue a partir del año 2000 que se volvieron comunes.

Y es que antes de esos años no era un tema la seguridad al interior de los vehículos, razón por la que muchos autos nunca realizaron esas pruebas de choque.

VW sedán fue sometido a pruebas de choque demostrando su fortaleza

Y aunque el clásico ‘Vochito’ tiene un origen muy anterior a los años en que se popularizaron las pruebas de choque, en la década de los 70 si se le realizó el crash test.

Fue en la planta Volkswagen de Brasil, donde el Volkswagen Sedán o Fusca, como se le conocía en el país sudamericano, tuvo pruebas de seguridad en el laboratorio de seguridad vehicular, con el que contaba dicha planta.

Vochito, mejor evaluado que el Golf II

Para 2003 el Club Austriaco de Automóviles, Motocicletas y Touring (ÖAMTC) en Alemania, le realizó pruebas al VW Sedán, aunque con una finalidad comparativa al enfrentarlo con un Golf de segunda generación y otro de la recién lanzada cuarta generación.

El objetivo era conocer y medir el nivel de protección de cada modelo.

Cada prueba se realizó bajo los estándares de la .

Los resultados señalaron que en una colisión frontal a 64 km/h, los pasajeros del Golf II y del Vocho difícilmente sobrevivirían.

La prueba reveló que los habitáculos de los dos autos se deformaron severamente y volante y pedales invadía el interior de manera agresiva.

Sin embargo, a pesar de las evidencias negativas, el Vocho tuvo mejor evaluación que el Golf, con una calificación de tres y dos puntos respectivamente.

En la prueba del impacto lateral, la pared lateral de estos dos modelos invadió la cabina y el asiento del conductor se comprimió a la mitad de su ancho, sin embargo, el Vocho nuevamente consiguió una calificación superior a la del Golf II, de 13 puntos vs. sólo 9.

El que el Vocho haya salido mejor evaluado obedeció a que lleva un piso más alto y una posición de asientos más elevada, según señaló el ingeniero a cargo de la prueba.

La calificación final de esta prueba de choque fue de dos estrellas EuroNCAP para el Vochito y aunque al final se devaluó a una sola estrella porque las lesiones amenzaban la vida de los ocupantes, el Golf II no lo pudo superar.

En cambio, en la comparación con el Golf IV, los resultados fueron muy diferentes, pues este vehículo logró 4 estrellas al no tener elementos que pusieran en riesgo la vida de sus ocupantes en las pruebas.

Con información de Motorpasión
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