Históricamente, lo prohibido llama la atención y se presta a todo género de especulaciones que incluso derivan en la creación de leyendas urbanas. Casas, callejones, colonias y fuentes, entre otros elementos en la ciudad de Puebla, forman parte de leyendas históricas que han trascendido hasta la fecha.
Una de ellas, quizá una de las más reconocidas en el plano social, es la denominada Casa de los Enanos, una propiedad situada sobre la Avenida Juárez y la calle 7 Sur, que permaneció tapiada durante décadas.
Un inmueble que, si bien en la actualidad es visible, aún carga con el estigma del misterio que la rodeó.
La leyenda de la Casa de los Enanos
La llamaban la Casa de los Enanos porque se pensaba que era habitada por personas de baja estatura y como sus padres no querían que la gente los observara, mandaron a colocar estructuras para que los transeúntes no pudieran mirar hacia el jardín.
La historia de la Casa de los Enanos comenzó en 1890, cuando la familia Giacopello, de ascendencia italiana, la mandó a construir. Sin embargo, luego de que una de las hijas de la familia se quitó la vida en el despacho, la casa fue abandonada.
El español Rogelio Rodríguez Sáenz, en 1930, la adquirió. Era un empresario textil y se casó con la profesora Carmelita Jiménez, con quien procreó tres hijos, de los cuales sobrevivieron dos: Rogelio y Milagros Rodríguez.
Años más tarde, Carmelita enviudó y se hizo cargo de la familia. Se volvió una persona reservada y de pocas amistades. Una de las decisiones que tomaron para contar con privacidad fue cubrir con láminas la reja del exterior.
¿Cómo es la Casa de los Enanos?
La Casa de los Enanos tiene marcadas influencias francesas, por lo que es considerada como una de las pocas casas porfiristas que se hicieron en la entonces naciente Avenida Juárez. Está rodeada de jardín y el espacio exterior está delimitado por rejas con un acceso principal.
En 2018, cuando abrió sus puertas, se encontró que tenía muebles estilo europeo de época, así como lo que en su momento fueron bellas alfombras. Observar la fachada, jardines y enrejado de la Casa de los Enanos representa una experiencia única que permite apreciar cómo eran las casas de principios del siglo pasado.
Los pasillos entre el área del jardín son espaciosos y están diseñados, sin duda, para permitir el tránsito de un lado a otro. A la casa de dos niveles, aparentemente con una parte superior y otra inferior, propias del diseño arquitectónico de la época, se ingresa al subir algunos escalones.
Cuenta con 20 habitaciones y es considerado un inmueble de época, por lo que ha sido escenario de la grabación de dos telenovelas: “Herencia Maldita” en 1986 y en el año 2015, “Corazón que miente”.
Derivado del misterio que la rodea, la Casa de los Enanos ha sido escenario de celebraciones en ocasión del Día de Muertos. El mobiliario que aún posee la casa es de época, aunque algunas piezas se han cambiado.
