En el siglo XX, personas de Medio Oriente llegaron al territorio mexicano huyendo del Imperio Otomano, así fue como decidieron establecer una nueva vida, trayendo su cultura, costumbres y tradiciones.

De acuerdo con Martínez Assad, Carlos, “Los libaneses inmigrantes y sus lazos culturales desde México”, en Dimensión Antropológica, de 160 mil registros de extranjeros que se realizaron en esos años, 5 527 correspondieron a los libaneses. Muchos entraron a México en las últimas décadas del siglo XIX y en las primeras del siglo XX, aunque continuaron llegando más tarde pese al establecimiento de cuotas de parte del gobierno para frenar el enorme flujo de emigrantes.

Debido a que sus principales estaciones de entrada fueron Tampico, Veracruz y Progreso, muchos terminaron por quedarse en la ciudad de Puebla.

Comunidad libanesa en Puebla

En 1890, los primeros libaneses que se establecieron en la ciudad iniciaron como buhoneros (vendedores ambulantes) para después establecerse como comerciantes fijos.

El archivo General de Notarías de la ciudad de Puebla tiene en sus registros a los señores Abdo y Cassab como los primeros libaneses que se dedicaron a la industria textil en Puebla.

Fue la Notaría Número 7, en el año 1907, quienes registraron a la “Sociedad colectiva formada por Don Antonio Jacobo Abdo y Antonio Cassab, para la explotación de una fábrica de medias ubicada en esta ciudad, con capital social de $4,000.00 que girará como Jacobo Cassab y Hno.”.

Esta sociedad colectiva no fue la primera de su tipo en Puebla sino en todo México; así fue como la industria libanesa nació en Puebla. Posteriormente, en el año de 1960, los libaneses ya eran reconocidos como los mayores textileros de Puebla, creando más de 32 mil empleos directos.

Tras el crecimiento de la comunidad libanesa en nuestro estado, su gastronomía también se convirtió en parte del repertorio culinario regional.

La tradicional carne asada llamada  “shawarma"  se convirtió en lo que ahora es el relleno de los famosos tacos árabes, sustituyendo la carne de cordero por la de cerdo.

Los tacos al pastor son otra variación de tacos árabes en los cuales delgadas rebanadas de carne de cerdo se asan con un pedazo de piña en la parte de arriba.

Los postres libaneses son muy dulces, decorados con nueces, dátiles, miel, jarabe de azúcar, y aguas de naranja y de flores de rosa. Panaderías de especialidad en Puebla venden una variedad de postres libaneses, especialmente la baklava.

Con el paso del tiempo, el 31 de diciembre de 1972, se instala el Centro Mexicano Libanés de Puebla, con la finalidad de unir a la comunidad mexicano libanesa de Puebla, preservar su herencia cultural y manifestar el orgullo de ser libanés.

Inaugurado por el gobernador del estado Gonzalo Bautista O’Farril y el Embajador de la República de Líbano, Joseph Naffah, teniendo como primer Presidente e iniciador del Centro Mexicano Libanés de Puebla a Don Teófilo Levien Serafín.

Afuera de las instalaciones se puede apreciar una placa que dice “El que no tenga un amigo libanés que lo busque” frase del ex presidente Adolfo López Mateos.

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