Una de las leyendas urbanas más populares de la ciudad de Puebla, es la de La Casa de los Enanos.

La historia gira en torno al inmueble ubicado en la Avenida Juárez número 1702, que cuenta con 23 habitaciones. De donde surgen una serie de teorías que pasaron entre los poblanos de generación en generación, hasta llegar a nuestros días, para apreciarla como uno más de los misterios y atractivos de Puebla capital.

La casa de estilo francés se ubica en un predio de mil 500 metros cuadrados y su construcción inició en 1890, por parte de una familia de origen italiano de apellido Giacopello.

Posteriormente, en 1930, la casona fue adquirida por el empresario textil, de origen español, Rogelio Rodríguez Sáenz.

Los relatos advertían que la casa era habitada por una familia de enanos, quienes, para evitar ser víctimas de la burla de los transeúntes, optaron por colocar láminas en las rejas.

Aunque con el paso del tiempo se dijo que no eran enanos, sino niños, hijos de los propietarios, a quienes se alcanzaban a ver.

También se aseguraba que la casa conectaba con los antiguos túneles de Puebla.

Y en el lado más espeluznante, se decía que en una de sus habitaciones se localizaba la puerta al infierno.

Pero los mitos se vinieron abajo en 2018, cuando los propietarios optaron por abrirla, aunque por una corta temporada al público.

Un año después, la casa albergó, durante un mes, el proyecto de Besign México.

Previamente, en la década de los 80 del siglo pasado, en los jardines y el exterior de La Casa de los Enanos se grabó parte de la telenovela Herencia Maldita protagonizada por Angélica María.

Cabe mencionar que la Casa de los Enanos cuenta con una página de Facebook:

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