Tras la explosión de la toma clandestina de gas LP, ocurrida el domingo 31 de octubre en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán de la capital de Puebla, las autoridades continúan con las investigaciones.
Sin embargo, no han logrado localizar a “El Callo”, quien presuntamente se dedica a ordeñar los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Hasta el momento, las autoridades no cuentan con ningún tipo de pista para capturarlo y ponerlo a disposición de las autoridades.
Ya hace poco menos de dos años, en Guerrero, lo arrestaron por el delito de robo de combustible.
Según los vecinos, en Xochimehuacán ha amasado una gran fortuna, la cual ha utilizado para hacerse propietario de autos de lujo.
Asimismo, señalaron que ha adquirido diversos predios no sólo en la junta auxiliar sino en sus alrededores, en los límites con el estado de Tlaxcala.
El 4 de noviembre, elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizaron el primer decomiso de una pipa de gas.
Como EL UNIVERSAL PUEBLA lo informó, incautaron un vehículo dentro de un inmueble ubicado en el número 51 de la calle Gasoducto, ubicado a cien metros de la explosión, que le ha costado la vida a dos personas y mantiene hospitalizadas a 13 más.
Tres días después, el pasado 7 de noviembre, elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) acudieron a un taller mecánico ubicado en la colonia Ampliación Ignacio Mariscal.
Como contaban con una orden de cateo, ingresaron y localizaron ocho pipas cargadas de gas LP supuestamente robado.
Debido a que una de las unidades tenía una fuga, el personal de AEI dio aviso a los elementos de la Unidad de Protección Civil Municipal que se encargaron de mitigar el riesgo.
