La movilidad sostenible en México avanza con el lanzamiento de Olinia, un auto eléctrico 100 por ciento mexicano fabricado en Puebla. Este vehículo busca ofrecer una alternativa económica frente a las motocicletas y el transporte convencional. Te contamos cómo son y cuánto cuestan.
Olinia significa moverse en náhuatl y nace como un proyecto impulsado por el gobierno federal para ofrecer un transporte urbano asequible, seguro y ecológico. La presidenta Claudia Sheinbaum presentó la iniciativa como parte de una estrategia para reducir emisiones y mejorar la movilidad en ciudades, donde más del 70 por ciento de los mexicanos viven y realizan la mayoría de sus traslados diarios.
El objetivo es claro: un vehículo eléctrico con bajo costo de operación, accesible para cualquier persona y diseñado para recorridos cortos, especialmente en entornos urbanos.
El centro de diseño del Olinia ya está instalado en Puebla, donde se desarrollan sus prototipos y se preparan las líneas de producción. Según Roberto Capuano, coordinador del proyecto, este coche será “orgullosamente hecho en México” y contará con dos versiones principales:
La producción masiva está prevista para antes del año 2030, con miras a su venta en todo el país y en mercados internacionales.
Uno de los puntos que más ha llamado la atención es su precio estimado. Capuano aseguró que no superará los 150 mil pesos, con modelos básicos que podrían iniciar en 90 mil pesos. Esta cifra es competitiva frente al costo de muchas motocicletas y busca atraer a usuarios que buscan un transporte económico, pero seguro y sin emisiones.
Además, su operación será más barata que la de un auto de gasolina e incluso que la de una moto, ya que podrá recargarse en cualquier enchufe convencional.
Aunque todavía no se han revelado todos los detalles técnicos, se sabe que Olinia será:
El diseño estará inspirado en los alebrijes, tomando como símbolo una liebre con alas que representa dinamismo, libertad y la capacidad de innovación de México.
Por lo tanto, el reto para Olinia es ambicioso: pasar de la etapa de diseño a la fabricación masiva en menos de seis años. Si se cumple el calendario, México podría sumar un nuevo caso de éxito en la industria automotriz, ahora enfocado en la movilidad limpia y accesible.
Mientras tanto, la expectativa crece. En septiembre se presentará el modelo definitivo, y miles de personas esperan verlo rodar por las calles de Puebla y de todo el país.