Este fin de semana La Bici de Cleta en Puebla causó polémica, pues usuarios de redes sociales denunciaron un supuesto cobro del 50 por ciento en propinas, además de que los meseros suelen incluir otros cargos en la cuenta.

Según las denuncias públicas, ello ocurre en establecimientos de Plaza Solesta y Ciudad Universitaria, aunque otros usuarios agregaron que también hay presuntas irregularidades en la sucursal de la avenida Juárez.

Al respecto, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) aclara que el pago de propinas es voluntario, por lo tanto es una práctica prohibida por la ley que los meseros las pidan o que se incluyan en la cuenta por pagar.

Además, recalca que si el cliente decide dejar propina, el monto de ésta también se debe fijar según su propio criterio, pues no hay ningún porcentaje establecido en la normativa.

Esto quiere decir que el 10 por ciento que suele dejarse de propina o que sugieren o exigen los comercios es más bien una práctica cultural y no una obligación legal.

Constantemente, la Profeco realiza campañas para orientar a la ciudadanía sobre la irregularidad del cobro y qué se puede hacer ante estos escenarios.

De acuerdo con la procuraduría, basta con enviar un correo electrónico a la dirección denunciasprofeco@profeco.gob.mx con el nombre del proveedor y su dirección física.

"#Recuerda todos los establecimientos comerciales están obligados a: Exhibir y respetar los precios, NO aumentar injustificadamente los precios, NO exigir consumo mínimo, NO exigir propina. El mejor verificador es el consumidor. ¡Denuncia con nosotros!", recalca la Profeco en sus redes sociales. 

Sobre la materia, la Profeco también ha realizado operativos en establecimientos como bares y restaurantes y si detecta que incumplen la norma pueden hacerse acreedores a sanciones como clausuras y multas.

La prohibición de las propinas y cualquier otro cargo adicional al servicio y bien adquirido tiene su base en el artículo 10 de la Ley Federal de Protección al Consumidor.  

El texto indica que está prohibido aplicar métodos o prácticas comerciales coercitivas y desleales, así como condiciones abusivas o impuestas para la adquisición de productos y servicios.

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