El proceso electoral de 2024 será uno de los más grandes en el país. Por ello, la Universidad Ibero Puebla abre sus puertas a todos los partidos políticos en condiciones de igualdad, según informó el rector universitario, Mario Patrón.
Durante una conferencia de prensa, Patrón indicó que serán los estudiantes, especialmente los jóvenes de la universidad, quienes convoquen, inviten y debatan con los candidatos de todos los partidos políticos. En el primer trimestre de 2024, la Ibero Puebla presentará su agenda institucional, marcando posiciones y coordinadas sobre los temas que deben abordarse a nivel gubernamental en Puebla y en la región sur y sureste del país.
El rector expresó su respeto hacia las decisiones que tomen otras universidades de cara al proceso electoral de 2024. Esto surge después de que autoridades de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) anunciaron que no invitarían a los aspirantes y candidatos para dar a conocer sus propuestas dentro de la institución.
Patrón subrayó la necesidad de que los candidatos y las fuerzas políticas transiten de la polarización al debate en el proceso electoral de 2024. Hizo hincapié en que se debe prestar atención prioritaria a los jóvenes, quienes están desencantados con la participación democrática. La transición debe centrarse en el debate ideológico y en campañas basadas en propuestas y una visión de futuro.
En particular, destacó la importancia de abordar temas como la paz, la no violencia, el cuidado del medio ambiente, la crisis del cambio climático, la movilidad urbana, la migración y el proceso de militarización en México, todo desde una perspectiva de derechos humanos.
Mario Patrón también señaló que en los dos últimos procesos electorales, el crimen organizado ha influido en México y la violencia se ha asociado con dichos procesos. Por lo tanto, será necesario garantizar condiciones mínimas de seguridad para instalar casillas y permitir procesos de participación activa, libre e informada de la ciudadanía.
El rector mencionó estudios internacionales que indican que la democracia en Latinoamérica está perdiendo seguidores entre las poblaciones juveniles, y son los jóvenes quienes podrían considerar formas de gobierno autoritario o no democrático.