A lo largo de su trayectoria de casi 10 años, Luis Caraza comenzó haciendo cortometrajes para el festival de cine de su escuela y ahora a sus 25 años edita videos de música y comerciales para clientes como Katy Perry, PayPal y Apple.

En entrevista con EL UNIVERSAL PUEBLA el creador originario de Xalapa, Veracruz, revela cómo es su trabajo como editor viviendo en Los Ángeles y el camino que tomó para llegar a hacer lo que él describe como “el trabajo más fascinante del medio, pero también el más desconocido”.

Cuando te sientas en el cine a ver una película, estás acostumbrado a no ver ni sentir los cortes, el cambio de tomas, que es la primera arma del editor, señala.

En una escena puedes ver al personaje llegar a su casa y estacionar su coche en una toma, y luego ir a la cocina y hacerse una quesadilla en la siguiente.

El espectador conecta las dos tomas para crear una secuencia fluida, es decir, sabe que el personaje no se teleporta de la calle a la cocina, y hay momentos entre las tomas que el espectador crea en su imaginación, sin darse cuenta.

Esto es lo que ha hecho el editor en el cine clásico de Hollywood de los últimos 60 años, encontrar la manera de combinar escenas, tomas, ideas o temas para que el mensaje general de toda la obra se pueda transmitir de la manera más comprensible.

Es un juego psicológico que necesita de mucha imaginación para que el editor pueda en cada momento ver la película como si fuera el espectador.

“La empatía, el sentido del ritmo, y un buen ojo para saber qué es el gusto de la gente son imprescindibles para editar”, dice Luis.

Aunque es nacido en Xalapa, vivió muchos años en Guadalajara, donde aprendió a cortar con Final Cut en la computadora de su amigo en un proyecto para el festival de su escuela.

“No teníamos idea de nada. Pensamos que para hacer algo 'bueno' se necesitaba exprimir las emociones del espectador en cada momento”.

El corto fue un fracaso, pero logró su primer éxito con un montaje de la canción Crocodile Rock de Elton John.

El editor se dio cuenta que al cortar un video, así como está producida la canción, se puede apreciar un sentimiento pequeño y efímero pero bastante agradable: hacer una buena edición, que junte todos los elementos, en este caso audio y video, para crear un todo cohesivo.

El editor hizo sus estudios de cine en la Universidad de Texas, en Austin, donde pudo probar casi todos los roles de una producción y darse cuenta aún más de lo mucho que le gustaba editar.

“Es difícil crear una identidad dentro del cine. Seas de donde seas probablemente eras de unos pocos que soñaban con hacer algo así, si no es que el único. Llegas a la universidad o al trabajo y todos quieren lo mismo, todos quieren dirigir. Yo creo que todos pueden dirigir. Todos pueden editar, también, pero tener la claridad (o ceguera) mental para decir 'esto es lo mío y esto es lo que voy a hacer' da mucho miedo, pero es lo más valioso que alguien que alguien pueda hacer al principio”.

Al poco tiempo consiguió una posición de asistente de postproducción en el show GLOW, de Netflix, y al final la temporada le ofrecieron trabajo de asistente editor en London Alley, productora de videos de música y comerciales que para ese entonces habían hecho videos como Thank u Next de Ariana Grande y 1-800 de Logic.

Comenzó catalogando discos, archivando proyectos y manteniendo el sitio web de la compañía. Luego trabajó sincronizando y alineando docenas de tomas a la canción para videos de música.

Luis explica que siempre fue firme en su convicción por editar, por lo que le ofrecieron oportunidades para hacer “sizzle reels” para vender ideas que London Alley quisiera producir a sus clientes.

Para hacerlos, Luis utilizaba video reciclado de otros proyectos, así como “stock footage” para editar.

No tenía ni un año en la compañía cuando llegó la pandemia, que acabó con las producciones por al menos dos meses, y ningún video se grabó en ese tiempo.

Ahí, Luis tuvo una oportunidad tremenda para seguir editando, ya que el único contenido que podía producir la compañía era ese tipo de sizzles que él podía hacer.

Acabando las restricciones de cuarentena, regresan a rodar las producciones, pero Luis tenía una nueva posición de confianza entre los ejecutivos.

El junto con su equipo de posproducción Iván Ovalle, supervisor, y Tanner Jackson, asistente editor, trabajaron en muchísimos proyectos, desde comerciales de Snickers, videos para la NFL, hasta el video de música Industry Baby de Lil Nas X.

Ha trabajado con grandes directores del medio como Hannah Lux Davis, Christian Breslauer y WATTS.

De ahí se ha convertido en el editor principal de la compañía y junto a ellos busca crecer no solo para poder trabajar en proyectos más complejos y de más calidad, pero también para expandir sus clientes más allá de Estados Unidos, a Latinoamérica, donde él cree que el mercado de los videos musicales y comerciales compite cada vez más fuerte con lo que se ve hoy en día internacionalmente.

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