En Puebla van en aumento los casos de suicidios en niños y adolescentes, principalmente por la soledad en la que viven, el desinterés de los padres de familia y la poca tolerancia a la frustración, aseguró la psicóloga Adriana Santos Morales.

La especialista dijo que el suicidio es una aparente solución drástica ante un dolor profundo que es acompañado de desolación y el sentido de no pertenecer a ningún grupo social.

En entrevista con , relató que en la mente de una persona con pensamientos suicidas formula cuestionamientos como: ¿para qué estoy aquí? ¿a quién le soy útil?¿quién me extraña? ¿para quién soy importante?¿qué he logrado? ¿quién me quiere en esta vida?¿soy necesario?.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) refieren que en el año 2020, del total de fallecimientos en el país (1 millón 69 mil 301), el 0.7 por ciento se debieron a lesiones autoinfligidas (7 mil 818).

Esa cifra representa una tasa de suicidio de 6.2 por cada 100 mil habitantes, superior a la registrada en 2019 cuando fue de 5.65

El estado de Puebla se ubica en la posición número 19 de 32 estados de la República al reportar una tasa de 5.2, es decir, por debajo de la media nacional,  mientras que el estado de Chihuahua ocupa el primer lugar con 14.0 por cada 100 mil habitantes.

En el 2020, de acuerdo con datos del INEGI, en Puebla se registraron 336 suicidios, de los cuales 268 fueron cometidos por hombres y 68 por mujeres.

Respecto a grupos de edad, 17 se cometieron por personas de 10 a 14 años de edad; 54, entre los 15 a 19; 54, entre los 20 a 24 y 69, de 25 a 29 años.

Entre los 30 a 34 años de edad se registraron 32 suicidios; de 35 a 39 años de edad, fueron 21 casos; de 40 a 44 años fueron 18 personas; de 45 a 49 años de edad fueron 11 y de 50 a 54 años de edad fueron 16.

En el grupo de 55 a 59 años de edad fueron 11 suicidios; de 60 a 64 años de edad sumaron nueve; de 65 a 69 años de edad hubo 11; de 70 a 74 años de edad se reportaron seis; de 75 a 79 años de edad dos casos; de 80 a 84 años de edad también dos casos y de 85 años y más se dieron tres casos.

La también psicoterapeuta señaló que debido al confinamiento por la pandemia, la violencia intrafamiliar se exacerbó y en consecuencia hubo más maltrato en niños y jóvenes que terminaron su dolor suicidándose.

Además, con el encierro obligado, las personas tuvieron un alto en su rutina diaria, lo que las llevó a realizar una introspección de su vida y con ello se detonaron muchos problemas familiares.

Explicó que los suicidios se registran principalmente en el otoño-invierno porque al cierre de año los seres humanos realizan una evaluación de lo logrado, reflexionan sobre la vida, los triunfos, los objetivos cumplidos y no cumplidos.

En segundo lugar porque el frío influye en el estado de ánimo de las personas.

Quitarse la vida a los diez

La especialista destacó que en los niños, los suicidios están ocurriendo a partir de los 10 años de edad, porque se sienten solos.

Mientras que en el caso de los adolescentes (a partir de 14 años) y adultos (25 años) suceden por crisis existenciales y no alcanzar las metas establecidas.

“Cuando los niños son extremadamente consentidos, se les da todo y los papás todo se lo resuelven, se crea una personalidad intolerante a la frustración. Esos hijos crecerán y se enfrentarán a cosas que ellos no quieren, y si no están los papás para resolvérselo o no dependen de ellos, entonces sufrirán mucho”, dijo.

Mensajes de auxilio y medidas de prevención

Las personas que tienen pensamientos suicidas emiten mensajes a las familias, amigos y conocidos, de que sufren y quieren acabar con ese dolor.

La recomendación es estar alerta a mensajes como: ¿qué harías si me muriera? o ¿me extrañarías si me muriera?

También estar atentos a:

- Si muestran aislamiento.

- Descuido en su persona y su salud.

- Desinterés por su aseo personal.

- Descuido de sus relaciones sociales, familiares o laborales.

- Pensamientos de soledad y no querer involucrarse a las actividades familiares.

- Desinterés por todo.

Ante ello, recomendó acudir con profesionales de la salud y dar seguimiento para que los pacientes acudan a las terapias.

“El grupo básico de la sociedad es la familia y se ha descuidado mucho, por lo que invita a la sociedad en general a recuperar los valores del amor a la vida, el buen trato, el cariño, el respeto y lo más importante, escuchar y respetar a los niños”, concluyó Adriana Santos.

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