La tarde del 15 de junio de 1999 quedó en la memoria de las familias poblanas, principalmente del municipio de Tehuacán, que fue epicentro de un sismo magnitud 7.0.

Este jueves, al cumplirse 23 años de lo ocurrido, recordamos datos interesantes de este fenómeno natural que se sintió a las 15:43 horas y que provocó la muerte de 15 personas, 188 lesionados y cerca de 150 millones de dólares en daños materiales.

Las actividades se desarrollaban de manera normal en un día hábil cuando se cimbró la tierra.

En la ciudad de Puebla, las ambulancias se apostaron en el Centro Histórico, ya que fue la zona más afectada.

El reporte del gobierno federal señaló que el sismo, con duración de 45 segundos, generó los mayores daños en el estado de Puebla, pero también hubo afectaciones en la Ciudad de México, Veracruz, Guerrero, Morelos y Oaxaca.

En el caso del estado de Puebla, resultaron afectados edificios antiguos de valor histórico y casas de adobe en poblaciones, iglesias y edificios públicos como palacios municipales, centros de salud y escuelas.

En aquel entonces, como presidente de México estaba Ernesto Zedillo, y como gobernador Melquiades Morales Flores, quienes recorrieron las zonas afectadas para cuantificar los daños y apoyar a los damnificados.

En la capital del estado, para la sociedad poblana fue muy impactante ver daños severos en el edificio Carolino, de 415 años de antigüedad y propiedad de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

El templo de la Compañía, aledaño al Carolino, también se afectó, lo mismo el área que ocupaba Comunicación Social en el Palacio Municipal, así como el Palacio de Justicia, el edificio de Correos, el templo de San Agustín, la Biblioteca Palafoxiana y el Museo José Luis Bello.

​Así se vivió el sismo de 1999 en Puebla
​Así se vivió el sismo de 1999 en Puebla

Palacio Municipal. Foto: Gobierno de México

Tan solo el edificio Carolino aloja diversas instalaciones administrativas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Se trata de un conjunto de edificaciones del período barroco que fue construido durante la presencia jesuita en Puebla.

​Así se vivió el sismo de 1999 en Puebla
​Así se vivió el sismo de 1999 en Puebla


Calles de Puebla tras el sismo de 1999. Foto: Archivo El Universal

El daño del edificio Carolino se concentró en la zona del llamado tercer patio, hacia el extremo este de la estructura. En los corredores perimetrales del tercer patio se presentaron desprendimientos de  piezas de mampostería en las claves de bóvedas y arcos tanto en la planta baja como en el primer nivel.

Los trabajos de apuntalamiento y restauración permiten que hoy se aprecien las trabes metálicas forradas para protección de la construcción, sin romper con la estética del mismo.

El sonido de las sirenas fue una constante mientras las personas caminaban hacia el Bulevar 5 de Mayo entre escombros y vidrios rotos, para poder tomar el transporte público o un taxi, que en ese momento escasearon.

Por fortuna, los estudiantes ya habían dejado las escuelas en el turno matutino, y para quienes estudiaban por las tardes se suspendieron las clases.

Viviendas de adobe, templos religiosos y centros de salud fueron afectados en poblaciones de Acatlán, Amozoc, Atlixco, Cholula, Izúcar de Matamoros, San Mateo Ozolco, Tecamachalco, Tehuacán, Tepeji de Rodríguez y otras.

El reporte del Centro Universitario oara la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder) de la máxima casa de estudios de Puebla cuantificó un total de 437 templos con daños, así como 841 escuelas y 88 hospitales.

La noticia despertó gran preocupación en los connacionales que radicaban en Estados Unidos, ya que se difundieron imágenes de los daños en zonas de cultivo y en las comunidades de la región mixteca y Valle de Tehuacán.

Además de la caída de bardas, fracturas en cúpulas de algunos templos y daños en construcciones, también se registraron fugas de gas, falta de agua potable y energía eléctrica durante un par de días en diferentes puntos del estado de Puebla.

En la rehabilitación de los edificios de carácter histórico o patrimonial, se dio prioridad a la restauración estética y al concepto arquitectónico original, por lo que no fue posible aplicar el mismo esquema de reconstrucción, restauración y rehabilitación en todos los casos.

En el caso de los monumentos históricos, las intervenciones se hicieron a cargo de la delegación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con la intervención del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

Además, se tuvo acceso expedito a los recursos del Fondo Nacional para Desastres Naturales (FONDEN) para la reconstrucción o reparación.

A más de dos décadas de este terremoto, algunos trabajadores del Ayuntamiento de Puebla continúan celebrando una misa en acción de gracias por haber salido con vida de este sismo de Tehuacán.

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