El gobernador, Miguel Barbosa Huerta, reconoció que “fue engañado” por los últimos tres titulares de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en el estado, respecto a las construcciones irregulares en el penal de San Miguel en Puebla.
“Unos más aberrantes que otros”, destacó en su conferencia matutina.
En ese sentido, declaró que ayer 30 de junio concluyó la destrucción “del pueblito” construido al interior del penal de San Miguel.
Reveló que había más de 100 cuartos, departamentos, gimnasios, y demás edificaciones que a lo largo de los años se fueron construyendo en el reclusorio como espacios de privilegio, de prostitución y venta de droga.
“Todos los que han sido secretarios de Seguridad Pública me desobedecieron, me engañaron porque yo los instruí a la destrucción y todos me dijeron que estaban destruidos, que ya lo habían hecho, pero no lo habían hecho, eso lo hicieron los tres, ya para qué digo los nombres”, lamentó.
Sentenció que esos anteriores secretarios estaban vinculados a los beneficios de la existencia de esas construcciones.
Añadió que algunos de los presos, al llegar al Cereso, pedían hasta una suite para su estancia.
“Ayer en la noche terminaron los trabajos, falta solo unos cimientos y varillas que se tienen que quitar, pero ayer concluyó finalmente”, dijo.
El mandatario señaló que se hizo una certificación notarial antes de iniciar la destrucción, y se hará otra ahora que ya terminaron los trabajos.
En esa área, se pretende ampliar mil espacios para personas privadas de la libertad.
Miguel Barbosa insistió que no habrá la construcción de un nuevo penal, sino la inversión de mil millones de pesos en reclusorios.
Se contempla la habilitación del primer reclusorio femenil en Ciudad Serdán, así como mejoras en los penales de Tepexi, Cholula y Tehuacán.
