Por años se ha dicho que Puebla se robó gran parte del territorio tlaxcalteca, razón por la cual actualmente es pequeño, sin embargo, la historia es otra. Para empezar, debes saber que Tlaxcala ya existía antes de que se fundara la ciudad de Puebla.

Tras la conquista, la ciudad colonial de Tlaxcala fue fundada en 1520 por Hernán Cortés. La razón era que Cortés no había olvidado la alianza y cooperación de Tlaxcala en la conquista y, como una especie de agradecimiento, eximió su territorio de establecimientos españoles.

Cinco años más tarde, el Papa Clemente VII ordenó la fundación de la ciudad novohispana de Tlaxcala bajo el siguiente decreto: “que se erige en ciudad la de Tlaxcala para la Nueva España y su iglesia en Catedral para un obispo que gobierne y administre”.

En 1531, fray Julián Garcés, obispo de Tlaxcala, soñó con una ciudad que era trazada por los mismos ángeles, la cual se convertiría en la Puebla de los Ángeles, que fue fundada el 16 de abril de ese mismo año.

Con el paso del tiempo, Puebla se convirtió en una de las ciudades más importantes de la Nueva España, gracias a su ubicación estratégica entre la Ciudad de México y el puerto de Veracruz.



Asimismo, el desarrollo de la Puebla de los Ángeles fue tan rápido que los señores canónigos del Cabildo de la Catedral de Tlaxcala insistieron al obispo Garcés que promoviera el traslado definitivo de la sede episcopal a la Angelópolis, lo que finalmente sucedió mediante la Cédula Real del 6 de junio de 1543, firmada por el regente (interino) Don Felipe (1527-1598), luego rey Felipe II de España y I de Portugal.

Con el paso del tiempo, en 1787, Tlaxcala seguía siendo una provincia, la cual estaba anexada a la intendencia de Puebla, pero con la defensa del Cabildo Indígena, el 2 de mayo de 1793 se convirtió en un gobierno de excepción que dependía solamente del virrey de la Nueva España, es decir, que fue considerada como territorio del Virreinato.

No obstante, nuevamente en 1813, se buscó que Tlaxcala fuera anexada al territorio de Puebla, sin embargo, fue declarada como estado libre y soberano el 2 de noviembre de 1823.

Aunque el festejo no les duró mucho, ya que durante la promulgación de la Constitución de 1824, la denominación quedó invalidada por considerarse sin los elementos para ser un estado de la federación.

Aunque no se anexa a otro estado y conserva integridad territorial, la ley constitucional del 24 de noviembre de ese año la declaró como territorio federal, al igual que la Ciudad de México.

Finalmente, tras un intento del Estado de México y otro de Puebla por anexar a Tlaxcala, en octubre y diciembre de 1856, Tlaxcala fue reconocida como Estado Libre y Soberano el 9 de diciembre de ese año.

En la actualidad, existe un conflicto territorial entre Tlaxcala y Puebla que tiene más de 20 años, teniendo en disputa el ayuntamiento de San Pablo del Monte, La Resurrección y San Miguel Canoa.

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