En la capital de Puebla, 433 madres de familia celebran el 10 de Mayo… tras las rejas.

Este número, según la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal, es el total de mujeres con hijos que se encuentran recluidas en el Penal de San Miguel.

La dependencia no detalló las sentencias que cumplen ni las edades e identidades de cada una.

A diferencia del resto, estas mujeres celebran su día privadas de la libertad.

No tienen la oportunidad de que sus familiares las lleven a comer o a pasear a alguna plaza comercial.

Con el permiso de las autoridades penitenciarias, tienen que conformarse con ver a sus hijos únicamente en la hora de visitas.

Cuando concluyen, regresan al área femenil del Centro de Reinserción Social (Cereso) ubicado en la colonia Lomas de San Miguel de la capital de Puebla.

Aunque son madres de familia, de acuerdo con las autoridades, no tienen privilegios, como el resto de la población penitenciaria.

Las internas realizan su actividades cotidianas y llevan a cabo los talleres que les imparten en la cárcel, como costura y repostería.

Para las mujeres presas este día es tan especial como para cualquier madre de familia.

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