Aunque en términos formales es conocido como Popocatépetl, y ahora su nombre se encuentra en boca de muchas personas, el volcán poblano al referirse a él, la población utiliza en ocasiones algunos apodos.
Por ejemplo, quienes tienen alguna dificultad para pronunciar su nombre lo reduce al apócope del Popo, que de manera obligada se encuentra como referencia al hablar sobre el parque Izta-Popo.
Y que incluso ha sido empleado para denominar zonas como Popopark.
Por su parte, los habitantes de las localidades cercanas, se refieren al Popocatépetl como Don Goyo.
Incluso las personas adultas mayores quienes han pasado su vida cerca del volcán le llaman con cariño Goyito.
Ambos nombres derivan de la anécdota que refiere que un tiempero de nombre Antonio, dijo que se había encontrado con un hombre que se dijo ser la personificación del volcán y llamarse Gregorio Chino Popocatépetl.
Y asumió el compromiso de mantener comunicación con el tiempero.
También hay quienes guiados por la leyenda que existe entre los volcanes Popocatépetl (montaña que humea) e Iztaccíhuatl (mujer dormida), se refieren a él como el guerrero Popoca.
Incluso algunos de quienes conservan las lenguas originarias aún se refieren al Popocatépetl como Xalliquéhuac, que en náhuatl significa “arenales que se levantan”.
Y que es el nombre con el que era conocido durante la época prehispánica.
Sin embargo, lo más común, de acuerdo con la conseja popular al momento, es llamarlo Don Goyo.
Por cierto, que entre los habitantes de las poblaciones cercanas al cráter existe el consenso de que puede estar molesto porque este año, el 12 de marzo, no se celebró, como es habitual, su cumpleaños.
