Empieza la temporada de calor y en las regiones de Puebla, como lo es la Mixteca, también comienza la aparición de insectos y arácnidos que pueden afectar la salud de los habitantes, tal es el caso de los alacranes.

La picadura de alacrán en México es un problema importante cuyo origen se remonta a épocas muy anteriores a la llegada de los españoles.

Los antiguos indígenas conocían muy bien su peligrosidad y es de suponerse que de manera empírica hayan conocido aquellos cuya picadura era mortal basándose en su color, tamaño o región de procedencia.

A pesar de grandes y fundamentales avances en materia de salud, el problema persiste, registrándose cada año miles de casos y numerosas muertes a causa de la intoxicación.

De acuerdo con información del Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud federal, del 1 de enero al 10 de marzo de 2023 se han registrado en el estado de Puebla un total de mil 711 casos de intoxicación por picadura de alacrán.

Del total de los pacientes, 913 corresponden a mujeres y 798 corresponden a hombres.

Tan solo en la última semana del 5 al 10 de marzo se registraron 192 casos.

Los números reflejan que este año superará las cifras reportadas durante todo el 2022, cuando cerró con un total de mil 892 casos de intoxicación por picadura.

En las primeras 10 semanas del presente año, a nivel nacional, se tiene un registro de 34 mil personas afectadas, de las cuales 17 mil 609 son mujeres y 16 mil 391 corresponden a hombres.

Los estados que reportan el mayor número de casos son:

  1. -Guerrero con 848 casos a la semana.
  2. -Jalisco con 840 casos a la semana.
  3. -Guerrero con 606 casos a la semana.
  4. -Michoacán con 367 casos a la semana.
  5. -Morelos con 354 casos a la semana.

Información de la Secretaría de Salud estatal señala que la picadura de alacrán aún persiste y se debe en la mayoría de los casos a la imprevisión y desconocimiento de medidas específicas para evitar el accidente.

Las personas que viven en áreas endémicas saben el peligro de una picadura, sin embargo, muy pocas realizan medidas de prevención que disminuyan el riesgo.

La prevención de la intoxicación por picadura de alacrán se lleva a cabo a través de acciones de promoción para la salud, tales como:

-Mejoramiento de la vivienda a través de la instalación de cenefas lisas de material de superficie pulida, tales como azulejos o mosaicos, en las partes bajas del exterior de los muros y alrededor de puertas y ventanas.

-Colocación de cielo raso o manta en los dormitorios, sobre camas y cunas, y el uso de pabellones colocados a una altura de veinte o más centímetros sobre el suelo para evitar que suban los alacranes.

-Limpieza de malezas y eliminación de cacharros que puedan servir de refugio a los alacranes dentro del domicilio y alrededor de la casa.

-Aplicación domiciliaria en paredes, techos y superficies ocultas del mobiliario, de insecticidas de efecto duradero.

-Acudir a los servicios de salud inmediatamente después de sufrir la agresión de un arácnido.

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