Un equipo de investigadores de la (UNAM) declaró extinto el glaciar de Ayoloco, ubicado en el  centro del Iztaccíhuatl en la parte conocida como la “panza” de la mujer dormida.

Ubicada en entre los estados de Puebla y México, el Iztaccíhuatl es la tercera montaña más alta del país, después del Pico de Orizaba y el Popocatépetl.

La importancia del Ayoloco y lo que significa perder este glaciar

Hugo Delgado Granados, investigador del y parte del equipo de investigadores, indica que un glaciar vivo es un eslabón fortísimo en la cadena que sostiene la vida humana, y cuando uno muere, ésta se debilita de manera irremediable.

El ritualizar la muerte del Ayoloco, señala, es una invitación que el equipo de la UNAM hace para informar, sensibilizar y concientizar sobre la importancia de estas maravillosas masas de hielo y nieve.

¿Qué causas provocaron la extinción del Ayoloco?

El Ayoloco era uno de los pocos glaciares permanentes en México, junto con el que había en el Popocatépetl, así como el Citlaltépetl, o Pico de Orizaba, y que tuvo un decrecimiento acelerado en los últimos años debido al fenómeno de calentamiento global, informó Delgado Granados.

De acuerdo con los expertos la influencia de la actividad humana también influyó en la desaparición del Ayoloco.

Consecuencias de la desaparición del glaciar Ayoloco

“El principal efecto de su extinción es la disminución de la cantidad de agua a la que tendremos acceso; además, sin las masas grandes de hielo de la parte alta de las montañas, la temperatura se incrementa, de manera adicional, a  escala global e inhibe las precipitaciones”, señala Hugo Delgado.

Y agrega que, “Esta pérdida impactará de manera definitiva en el curso del agua, la flora y la fauna al ser en estas cumbres donde se origina el líquido”, destacando que el Ayoloco fue uno de los glaciares más emblemáticos del país, visible desde el Valle de México.

¿Cómo se forman los glaciares?

Los glaciares se pueden formar gracias a las nevadas, a la nieve que transporta el viento, las avalanchas, la congelación de agua, que posteriormente se compacta y cristaliza.

El inicio de un glaciar consiste en la permanencia de la nieve en una misma área durante todo el año. En la atmósfera, las moléculas de vapor de agua se adhieren a pequeñas partículas de polvo formando así estructuras de cristal. Entonces otras moléculas de vapor de agua se adhieren a los cristales y se forman los característicos copos de nieve de formas asombrosas.

Con el paso del tiempo, las nevadas posteriores cubren los primeros copos de nieve y comienza a acumularse la nieve suficiente para convertirse en pesadas estructuras de hielo. Año tras año las nuevas capas comprimen las capas anteriores; esta compresión ocasiona que la nieve se cristalice de nuevo pues el aire entre los cristales se encoge.

Los cristales se hacen más y más grandes, por lo que la nieve se compacta y aumenta su densidad. En algún punto sucumbe a la presión del peso del hielo y comienza a deslizarse hacia abajo, formando una especie de río que serpentea a través de un valle.

¿Cuál es el glaciar más grande en el mundo?

El , que se encuentra situado en la Antártida. Cuenta con una profundidad de 2,500 metros y una extensión total de 100 km de ancho por 400 km de largo.

Importancia de los glaciares

Los glaciares en el mundo ocupan el 10 por ciento de la superficie terrestre. Es decir, si se derritiera todo el hielo terrestre, el nivel del mar subiría unos 70 metros. En términos generales, se puede hablar de dos papeles fundamentales de los glaciares:

Como reguladores climáticos: reflejan entre el 45  y el 85 por ciento de la luz del Sol que llega del espacio, enfriando el planeta (dependiendo de la capa de nieve que tengan).

Como reserva de agua dulce: Los glaciares constituyen la mayor reserva de agua dulce del Planeta, conteniendo hasta tres cuartas partes de ésta. Como sabemos, el 75 por ciento de la superficie del planeta está compuesta de agua, pero el 97.5 por ciento de esa agua es salada. Del 2.5 por ciento restante, un 70% es hielo y el resto es agua líquida, es decir, de toda la superficie del planeta, el 1.8 por ciento es hielo y el 0.75 por ciento es agua dulce líquida. El deshielo en equilibrio de los glaciares de las montañas alimenta los ríos que después abastecen de agua potable.

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