La transición de los fenómenos conocidos como El Niño a La Niña en 2024 podría influir significativamente en las condiciones meteorológicas de México, especialmente en los patrones de lluvia y sequía en diversas regiones.
Este cambio está próximo, ya que según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la transición de El Niño a ENOS-neutral tiene una probabilidad del 79 por ciento de ocurrir entre abril y junio de 2024. Posteriormente, podría seguir el desarrollo del fenómeno La Niña, con un 55 por ciento de posibilidad de surgimiento para el periodo de junio a agosto de 2024.
Entre las principales repercusiones de estos fenómenos destacan los efectos negativos para la agricultura. Esto se debe a que con las temperaturas altas y las pocas lluvias en ciertas regiones del país, los cultivos tendrán distintos problemas.
¿Qué es el fenómeno de La Niña?
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) define a La Niña como un fenómeno caracterizado por el enfriamiento anormal de las aguas en el Océano Pacífico Tropical cerca del ecuador. Tiene importantes repercusiones en el clima global, incluyendo variaciones en las precipitaciones y temperaturas en diferentes partes del mundo.
Particularmente, en México, La Niña resulta en lluvias inferiores al promedio en el norte y centro del país, mientras que incrementa las precipitaciones en la vertiente del Pacífico, el sur del Golfo de México y la Península de Yucatán. Estas alteraciones pueden exacerbar las condiciones de sequía en zonas afectadas.
El fenómeno de La Niña podría afectar a México entre julio y septiembre de 2024, afectando no solo la disponibilidad de agua sino también el calendario agrícola. Se estima que La Niña haga su aparición en verano de 2024 y posiblemente se mantenga hasta el invierno con una intensidad de moderada a muy fuerte.
