Entre Dubai y Puebla existen más de 14 mil kilómetros de distancia, sin embargo, los une un fenómeno: el uso de la ciencia para incidir en las .

El martes 16 de abril, esa ciudad de los Emiratos Árabes Unidos registró en 12 horas lo equivalente a las lluvias de la región para todo un año.

Las inundaciones que generó se compararon con las escenas bíblicas ya que se cree que no se registraba algo así desde 1949.

El fenómeno reavivó una discusión sobre los experimentos que han realizado países como los Emiratos Árabes Unidos y China para la siembra de nubes.

Utilizan productos químicos como el yoduro de plata y lo que hace la sustancia es que al lanzarse desde aviones y cañones terrestres potencia las precipitaciones.

Sin embargo, no quiere decir que hagan llover de la nada en un cielo despejado ni que tengan un impacto a largo plazo en las nubes.

Ante los hechos registrados esta semana, el Centro Nacional de Meteorología de Emiratos Árabes explicó a medios locales que la siembra de nubes estaba descartada.

Por un lado, expusieron que no hubo sobrevuelos para aplicar esa técnica, que se monitorearon otras regiones también afectadas por las lluvias y que desde el 11 de abril ya advertían de un clima inestable con mucha lluvia y tormenta eléctrica.

Según la explicación de los científicos, lo que afectó a Dubai fue la presencia de humedad que se dirigió hacia Emiratos Árabes.

La polémica de la siembra de las nubes se relaciona con Puebla y las prácticas de cañones antigranizos que aquí se han empleado.

En los últimos años se ha señalado a la industria automotriz de la metrópoli por utilizar esta tecnología para proteger sus producciones, dadas las afectaciones que han tenido en temporadas con alta cantidad de granizo.

Los campesinos de Cuautlancingo y municipios aledaños son los que han llevado sus quejas a bloqueos de la autopista México - Puebla y al Congreso, pues consideran que es su uso ha disminuido las cosechas.



Los diputados han establecido que esta tecnología queda prohibida y las autoridades estatales aseguran constantes monitoreos para descartar su uso irregular.

Su impacto y rigor científico ha sido descartado por otro lado desde la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otras casas de estudio.

En la revista Ciencia UNAM se publicó en 2018 una reseña que da cuenta de cómo han avanzado las tecnologías antigranizo sin que tengan un impacto probado.

De acuerdo con el texto '¿Control de nubes? El mito de Los cañones antigranizo', estos existen desde el Siglo XIC, se desarrollaron en Austria y fueron creación de un científico italiano de apellido Cambicci.

En la reseña se agrega que otros países como Estados Unidos desarrollaron experimentos con el uso de pólvora y nitroglicerina para disolver el granizo.

Luego vinieron más compuestos químicos para ser probados sin que tuvieran éxito y en México se popularizaron desde los años 60.

Sin embargo, a nivel mundial la ciencia cree que no haya evidencia sobre su funcionamiento y en específico citan experimentos realizados en Suiza en la década de los 80.

En ellos, identificaron que solo existía un 35 por ciento de posibilidad de disminuir la incidencia y un 65 por ciento de que el granizo fuera normal.

Algo curioso sobre el rechazo de los en Puebla es que quienes han exigido prohibir su uso son los campesinos, aunque de origen son tecnologías que se inventaron para evitar que el granizo destruyera cosechas.

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