La periodista Lydia Cacho dio a conocer que indagan a tribunal de Quintana Roo que exoneró al empresario Kamel Nacif, por posible corrupción.

La también activista, a través de sus redes sociales, destacó que con esta investigación se confirma lo que ella había señalado a las autoridades federales: una corrupción que favorece a personas involucradas en una red de prostitución infantil.

“Tenemos la evidencia. Por posible corrupción indagan a tribunal que exoneró a Kamel Nacif. El empresario que orquestó mi tortura para proteger a una red de #TrataDeNiñas y #PornografíaInfantil junto al gobernador #MarioMarin”, posteó.

Lo anterior, tras darse a conocer que la magistrada Selina Haidé Avante Juárez fue enviada a otro tribunal en el estado de Veracruz.

Con ello, el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) inició una indagatoria interna por posibles irregularidades en el tribunal federal de Quintana Roo.

Se trata de la misma juez que en julio pasado evitó que se cumpliera con la orden de aprehensión girada contra el empresario Kamel Nacif, el llamado "Rey de la Mezclilla",  por el delito de tortura en agravio de la periodista Lydia Cacho.

“El daño ya está hecho, pero exigimos que se investigue esta nueva trama de corrupción", expresó.

La periodista, quien actualmente se encuentra exiliada en España, también escribió que esta investigación interna es una prueba más de que efectivamente hay suficientes elementos para considerar que el empresario Kamel Nacif fue exonerado gracias a la corrupción del poder judicial.

Incluso refirió que toda esta red de corrupción se le advirtió desde hace meses a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

En marzo, Lydia Cacho, junto con Luis Knapp, coordinador de defensa de Artículo 19, dio a conocer que la juez Selina Avante Juárez concluyó que los hechos de tortura en su contra no tienen relación con la publicación de su libro “Los Demonios del Edén”, lo que contraviene la sentencia de la ONU en favor de la periodista.

Luis Knapp agregó que la juez llegó a esa conclusión a partir de un análisis sesgado, "con argumentos sosos y burdos", al valorar las conversaciones telefónicas entre Mario Marín y Nacif, difundidas en 2006.

En diciembre de 2005, el entonces gobernador Mario Marín pidió a la jueza Rosa Celia Pérez González librar una orden de aprehensión contra Lydia Cacho, por el supuesto delito de difamación y calumnia en agravio del empresario Kamel Nacif, quien es mencionado en el libro “Los demonios del edén”.

En dicho texto, la periodista expone una red de pederastia y describe fiestas organizadas por el empresario en las que se cometía abuso de menores de edad, en contubernio con otros políticos, empresarios y extranjeros.

El 15 de diciembre del 2005 la periodista fue detenida en Cancún y trasladada vía terrestre por agentes del estado de Puebla, dirigidos por Adolfo Karam Beltrán, entonces director de la Policía Judicial del estado.

Lydia Cacho denunció que durante el trayecto fue torturada y amenazada con ser violada y asesinada.

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