Si bien la industria alimentaria satisface una necesidad básica del ser humano que es la alimentación, su evolución, como en muchos sectores, requiere de innovación. Por otra parte, la rápida difusión de las modas y tendencias de consumo también son detonantes para el desarrollo de nuevos productos alimenticios.
En la actualidad, los alimentos que cuentan con ingredientes que se relacionen con el cuidado de la salud siguen generando en el consumidor una pausa reflexiva para la toma de decisión al momento de efectuar su compra. Entre las tendencias de innovación de alimentos, resaltan en particular todos aquellos relacionados con extractos de plantas con compuestos denominados bioactivos, con algún beneficio a la salud como los ricos en antioxidantes (prevención de envejecimiento celular), minerales (fortalecimiento del sistema inmune), lípidos omegas (para el equilibrio de lípidos de alta y baja densidad), fibra (regulador de adsorción de grasa) y probióticos (fortalecimiento de la flora nativa intestinal), entre los más comunes. Cabe mencionar que la industria de las bebidas es la que sigue ofertando una mayor diversidad de productos para todos los consumidores, niños, jóvenes, adultos y adultos mayores; así como para poblaciones con necesidades específicas nutricionales.
Adicionalmente, se están desarrollando productos para un mercado en específico, aquellos preocupados por los aspectos de sustentabilidad. Como ejemplos de este tipo de productos se encuentran los alimentos orgánicos y los veganos. Dentro de este último grupo se encuentran los desarrollados a base proteínas vegetales y proteínas de insectos. Por otra parte, la industria alimentaria también ha estado trabajando en la búsqueda de alternativas para el empaque de los alimentos con materiales biodegradables e inclusive comestibles. Es así que, más comúnmente se encontrarán no sólo popotes comestibles sino también cucharas y vasos.
Todo esto, dependiendo del balance entre la convicción de tendencia de consumo y el costo, éste último sigue siendo un factor decisivo para la compra. Por tal motivo, la innovación en la industria alimentaria sigue teniendo un alto riesgo económico, ya que varios estudios en el área han demostrado que más del 70% de los nuevos lanzamientos de productos alimenticios al mercado, no son exitosos. El reto entonces resulta en optimizar los costos de extracción y estabilización de ingredientes de origen natural, ya que son un factor primordial para el desarrollo de nuevos productos, así como garantizar la biodisponibilidad de los nutrientes en el organismo humano.
