La Cantera Tlayúa es un tesoro paleontológico que sorprende tanto por su riqueza como por su parecido con los paisajes áridos de Monument Valley, en la frontera entre Arizona y Utah.

En este rincón del sur del estado de Puebla, se han hallado que han aportado claves únicas sobre la evolución de los peces durante el periodo Mesozoico.

Ubicada dentro de la región Mixteca, a solo dos kilómetros del zócalo de Tepexi de Rodríguez, la Cantera Tlayúa destaca no sólo por sus impresionantes formaciones rocosas rojizas, sino también por ser la primera localidad paleontológica de conservación extraordinaria (Konservat-Lagestätte) identificada en México.

Este hallazgo comenzó de forma accidental. Fue en 1959 cuando don Miguel Aranguthy Juárez y su esposa, doña Matilde Contreras González, habitantes de esta zona árida poblana, comenzaron a extraer lajas calizas para la construcción. Sin saberlo, abrieron la puerta a uno de los sitios más valiosos para el estudio de la vida prehistórica en América.

Fósiles únicos en el continente

Entre los hallazgos más importantes se encuentran especies como Teoichthys kallistos (“el pez más bonito de Dios”) y Quetzalichthys perrillatae (“el pez emplumado de la Dra. Perrilliat”). Ambos son representantes del grupo de los ionoscopiformes, peces que surgieron en Europa durante el Triásico, en plena fragmentación del supercontinente Pangea.

La presencia de estos peces en Puebla es una prueba crucial del reencuentro de dos subgrupos de esta especie marina durante la apertura del antiguo mar de Tetis y el Proto-Pacífico, hace más de 150 millones de años.

Además, en esta cantera se han identificado al menos ocho especies potencialmente nuevas de peces picnodontiformes, como Tepexichthys aranguthyorum, nombre que rinde homenaje a la familia Aranguthy. Esta diversidad supera ampliamente la conocida previamente en todo el continente americano.

Otro fósil destacado es el de Tlayuamichin itztli, el “pez de Tlayúa con escamas del color de la obsidiana”, considerado uno de los últimos semionotiformes en América del Norte. Su estudio ayuda a comprender los procesos de extinción de este grupo, del cual podrían descender los actuales pejelagartos.

Foto: atlasmateriaprima.net
Foto: atlasmateriaprima.net

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Un paisaje entre ciencia y maravilla natural

Además de su relevancia científica, el paisaje de la Cantera Tlayúa fascina por sus similitudes con el desierto estadounidense. Las formaciones de arenisca roja, las mesetas y los buttes evocan a la emblemática geografía de Arizona, lo que ha llevado a algunos visitantes a referirse a esta zona como la "pequeña Arizona de Puebla".

Gracias al trabajo de especialistas como el doctor Jesús Alvarado Ortega, biólogo por la y uno de los mayores expertos en peces fósiles de México, hoy se reconoce a Tlayúa como un punto clave para el estudio de la biodiversidad marina prehistórica y los cambios geológicos del planeta.

¿Cómo llegar?

La Cantera Tlayúa se encuentra en el municipio de Tepexi de Rodríguez, al sur del estado, y es posible visitarla con previa autorización, ya que forma parte de una zona de investigación científica. El sitio es ideal para quienes buscan conocer una cara poco conocida de Puebla, donde el tiempo parece haberse detenido entre fósiles, rocas y un paisaje que remite al Viejo Oeste.

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