Este es uno de los municipios poblanos que ha sido testigo de grandes acontecimientos históricos, así como la muerte de cientos de personas, por lo que a través del tiempo se ha visto envuelta en escalofriantes leyendas que sólo sus pobladores conocen.

Acatzingo viene del náhuatl que significa “en los carrizalitos o en pequeños carrizales”. Se localiza en el valle de Tepeaca y se encuentra a tan solo una hora de la ciudad de Puebla.

De acuerdo con datos históricos, fue fundado por los indígenas nahuas y después conquistado por los españoles, quienes trajeron a los frailes franciscanos que llegaron a este lugar el 13 de mayo de 1524.

En 1859 la ciudad fue tomada por los liberales y en 1862 se establecieron las tropas francesas. Otro suceso violento que se registró en este municipio fue en 1876, cuando se llevó a cabo la batalla entre el comandante republicano Capitán Rafael Romero y las tropas rebeldes comandadas por Couttolenc y Fidencio Hernández

Estas batallas dieron pie a cientos de leyendas escalofriantes que son compartidas hasta la fecha por sus habitantes, es por eso que este municipio es llamado la “Tierra de Leyendas”.

Entre ellas destaca la de sus tesoros ocultos.

Si visitas Acatzingo, seguramente escucharás que entre sus cerros y haciendas existen tesoros ocultos. Según la creencia popular, existe un tesoro enterrado bajo uno de sus cerros más emblemáticos.

Se dice que éste fue oculto por los antiguos habitantes del lugar durante la época colonial para protegerlo de los conquistadores españoles.



Además del tesoro enterrado, se dice que en Acatzingo existen seres fantásticos como duendes y nahuales.

Incluso se cree que estos seres tienen el poder de conceder deseos a aquellos que les traten con respeto.

Otra de las leyendas populares de esta región es la de la Llorona en las orillas del río Alseseca.

Según la leyenda, escuchar su llanto desgarrador durante la noche es señal de mala fortuna y presagio de tragedia.

Por último, la leyenda más popular de Acatzingo es la del Cerro de los Mártires, donde se dice que los indígenas  resistieron ferozmente la llegada de los españoles, sin embargo, fueron vencidos.

Ante esta situación, cuentan que el líder indígena tomó la decisión de aventar a sus hijos por el cerro, antes de que fueran apresados y torturados por los conquistadores.

Hoy en día, este sitio es considerado un lugar sagrado por los habitantes locales, quienes rinden homenaje a sus antepasados y mantienen viva esta memoria histórica.

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