Se cree que los gatos evolucionaron en Oriente Medio hace más de nueve mil años. Debido al clima seco del desierto, los gatos no estuvieron expuestos a ríos, lagos ni a la lluvia, por lo que evolucionaron sin necesidad de contacto. Lamentablemente, muchos gatos también tienen una experiencia negativa con el agua y huyen de ella debido a sus instintos naturales. Pero esto no es una regla, hay gatos que se sienten bien con el agua e incluso les encanta nadar. Si quieres bañar a tu gato y no sabes cómo, no te pierdas esta nota de El Universal Puebla.
Lee más: ¿Por qué mi perro ladra sin motivo? Esto es lo que dice veterinaria especialista
Los gatos domésticos tienen un espíritu independiente y quieren tomar sus propias decisiones. A la mayoría de ellos les gusta sumergir los pies en un recipiente de agua o en un grifo, pero tienden a enfadarse cuando se ven obligados a entrar en contacto con el agua.
3 tips para bañar a tu gato
La frecuencia de los baños dependerá de varios factores, si tu gato está sano, bañarlo una vez cada mes y medio o dos meses puede ser suficiente. En realidad, el tiempo entre un baño depende del pelaje y la reacción del animal. Si a pesar del cuidadoso cepillado el pelaje ha cambiado de color, está grasoso o huele mal, es el momento de un baño.
1.- Adecua el ambiente del baño
Es bueno acostumbrar al gato al ambiente en el que se realiza el baño. Puede ser en la bañera, en el lavabo o en la ducha. Lo importante aquí es que se familiarice con el lugar antes de llenarlo de agua. Haz el entorno seguro y confortable, puedes optar por juguetes para gatos. Cuanto más acogedor sea el lugar, más tranquilo estará el felino. Cuando esté listo para bañarse, deja los juguetes en su lugar para que pueda divertirse, llena el lugar del baño con agua tibia y, por supuesto, asegúrate de tener todo a la mano antes de que empiece el baño, para que sea lo más rápido posible.
Vas a necesitar de: Champú para gatos, toallas y un recipiente más pequeño para verter agua sobre tu gato.
2.- Durante el baño
Tenga cuidado de no mojar demasiado la cara, los ojos o las orejas del gato. La barba también necesita atención: al ser un lugar con muchos receptores, es sensible al tacto y puede causar estrés a los gatos. Lava bien el champú. Aunque es apto para gatos, puede provocar irritación en la piel. Además, es normal que tu mascota se lama después del baño y si hay producto en su interior, se lo tragará.
Lee más: ¿Cómo evitar que mi gato se escape de casa?
3.- Después del baño
Después de terminar de bañar, seca al gato con una toalla. No es necesario que se seque por completo ya que se seca de forma natural en unas pocas horas. Muévalo a un lugar cálido y sin corrientes de aire hasta que esto suceda.
