José Antonio Espino, mejor conocido como Clavillazo, fue uno de los cómicos mexicanos más conocidos, pero es poco sabido que un día decidió renunciar y malgastó su dinero en una noche de juerga.

El actor nacido en Teziutlán, Puebla, en 1910, pertenecía a la compañía de teatro de Fernando Soler, con quien inició su carrera como actor.

Un día Clavillazo decidió probar suerte como cómico independiente, al pensar que tenía suficiente dinero ahorrado para perseguir su sueño.

Sin embargo, las cosas no salieron como las había planeado, pues decidió celebrar comprando una botella de ron.

En su celebración, contaba el actor, compró también un avión de juguete, rentó un traje y una habitación de hotel para pasar la noche.

Sin embargo, al día siguiente Clavillazo cayó en la cuenta de que se había gastado todo su dinero.

Debido a su noche de aventura, tuvo que buscar trabajo como velador en un edificio, empeñó el juguete que había comprado y devolvió el traje rentado.

A la postre, Antonio Espino se convirtió en uno de los comediantes más aclamados de la época de oro del cine mexicano.

En 1957 incluso fue guionista de El Organillero, película que él mismo protagonizó y que se convirtió en una de las más emblemáticas de su carrera.

Su primera película, Monte de piedad, la filmó en 1951 bajo la dirección de Carlos Véjar hijo.

Otras películas con las que tuvo enorme éxito fueron Aladino y la lámpara maravillosa de 1958 y Una señora movida de 1959.

Su última presentación en televisión fue en un programa de Jorge Ortiz de Pinedo antes de morir el 24 de noviembre de 1993 a causa de un paro cardiaco a la edad de 83 años.

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