El aluminio es el metal más abundante ya que constituye alrededor del 8% de la corteza de nuestro planeta. Es muy versátil y, por esta razón, actualmente es el segundo más utilizado después del acero. Sin embargo, a pesar de su utilidad, la exposición y el consumo excesivo de aluminio plantean preocupaciones significativas para la salud humana. Especialmente en la cocina, ya que es muy susceptible que pedazos de aluminio vayan directo al microondas, o sean ingeridos por accidente.

La ingesta de este metal puede generar problemas de salud. Fuente: Freepik.
La ingesta de este metal puede generar problemas de salud. Fuente: Freepik.

En líneas generales, ingerir pequeñas cantidades de aluminio de forma incidental, como las que podrían desprenderse de una lámina de papel aluminio utilizada para envolver alimentos, raramente ocasionará problemas graves de salud. No obstante, la ingesta crónica o en grandes cantidades puede plantear preocupaciones más serias, ya que el aluminio puede acumularse en tejidos y órganos, lo que potencialmente puede causar trastornos renales y afectar el sistema nervioso.

Una preocupación específica es la posible liberación de partículas de aluminio en los alimentos durante la cocción con papel aluminio. Cuando se expone a altas temperaturas, existe el riesgo de que pequeñas cantidades se desprendan y contaminen los alimentos. Aunque la cantidad transferida de esta manera suele ser mínima, la exposición repetida o prolongada podría contribuir a una acumulación gradual en el cuerpo.

Es importante recordar dos puntos: primero, si la ingesta de aluminio es accidental, no suele representar un problema, siempre y cuando seamos conscientes de que fue involuntaria mientras consumimos un sándwich envuelto en aluminio o la porción de torta que nos enviaron al trabajo. Segundo, ante cualquier preocupación relacionada con la salud y el aluminio, se recomienda buscar el consejo de un profesional médico para una evaluación adecuada y orientación sobre cómo minimizar cualquier riesgo potencial.

Material reciclable

El aluminio es un material reciclable, que puede recuperarse sin que se experimenten cambios en sus propiedades. Lo que se hace es volver a fundir el aluminio o sus desechos para obtener nuevamente un metal susceptible de múltiples usos. Se encuentra entre los que más beneficios otorgan a quienes lo reciclan, ya que sus características lo vuelven especialmente rentable y se sabe que seguirá siendo utilizado durante un largo tiempo antes de que la humanidad quiera reemplazarlo.

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