A los cinco años de edad, Uriel Zaid Hernández Sánchez tomó por primera vez un micrófono para cantar.

Hoy a sus 15 años, estudia el tercer año de secundaria en el Centro Escolar José María Morelos y Pavón en la ciudad de Puebla. También, se dedica a entonar canciones en las calles, negocios o microbuses.

"Canto de vez en cuando para poder liberarme y quitarme el miedo de poder actuar en público”, comentó a

Con lo que recauda de lo que le dan algunos comensales o personas en la calle, junta dinero para material escolar o cosas que se requieren en la música.

Narró que desde que tiene memoria le ha gustado realizar esta actividad, y recuerda que su papá le ponía diversas canciones en su casa y de ahí comenzó a agarrarle el gusto.

Desde la zona de la colonia González Ortega, el joven declaró que en un principio comenzó a interpretar melodías en reuniones familiares; incluso a los 10 años se mostró ante 100 asistentes en una fiesta.

Posteriormente, conforme fue pasando el tiempo se animó a cantar en la vía pública, fondas, restaurantes y en microbuses.

Además, en ocasiones también en la escuela algunos de sus amigos o compañeros y hasta maestros le han pedido que se ponga a interpretar alguna melodía.

“Hay desde comentarios positivos, hasta negativos que no aportan, pero la mayoría de la gente me apoyan y me ayudan”, expuso el alumno, quien subrayó que le gusta el género ranchero y las baladas.

Su meta en unos años es llegar a ser cantante profesional, “también aprender a tocar algunos instrumentos como es el saxofón, el piano y la guitarra, y poder producir mis propias canciones”.

Uriel es el mayor de dos hermanos de la familia Hernández Sánchez, quienes lo apoyan y le dan las facilidades para su actuación, pero sin que deje el estudio.

“A los jóvenes les digo que se esfuercen y se propongan nuevas metas y que mejoren cada día para lograr sus propósitos”, destacó el chico.

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