En el marco del Día Mundial contra la Obesidad, que se conmemora cada 4 de marzo, se da a conocer que el estado de Puebla tiene una tasa de 32.9, lo que la ubica por debajo de la media nacional que es de 36.1.

Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020 señalan que, a nivel nacional, la lista la encabeza el estado de Quintana Roo con una tasa de 48.9 por ciento, y el último sitio lo ocupa Chiapas con una tasa de 29 por ciento.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere que México puede ser considerado como un país mayormente mal nutrido, y ocupa el primer lugar en obesidad infantil por dietas deficientes.

El 44 por ciento de los niños de 6 a 23 meses de edad no consume frutas ni verduras, y el 59 por ciento no consume huevos, leche, pescado ni carne.

La misma Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020 revela que en nuestro país la prevalencia de sobrepeso recae con más fuerza en los menores de 8 años siendo el 24 por ciento de ellos y el 26 por ciento con obesidad en menores de 9 años.

El sobrepeso en niñas y niños menores de cinco años de edad se encontró en el 8.4 por ciento; mientras que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños de 5 a 11 años fue de 19.6 y 18.6 por ciento, respectivamente.

En adolescentes, la prevalencia de sobrepeso fue de 26.8 por ciento, y 17 por ciento tiene obesidad y se observa que continúa incrementando.

En el caso de las mujeres adultas, 76 por ciento de las mujeres adultas tienen sobrepeso u obesidad; mientras que en los hombres esta cifra es de 72.1 por ciento.

María Lourdes Silva Fernández, directora de la Facultad de Nutrición de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), precisó que la obesidad es un exceso de tejido adiposo, resultado del consumo de más energía de la que se requiere.

La energía se obtiene a través del consumo de alimentos, y al no gastarla por medio de las actividades diarias, se acumula en el cuerpo; este acopio se hace con el paso del tiempo, es decir, no es de un día para otro.

La especialista explicó que el sobrepeso no es una enfermedad, pero sí es un factor de riesgo para padecer obesidad, la cual es una enfermedad y debe tratarse como tal.

Las personas que padecen sobrepeso u obesidad corren mayor riesgo de tener comorbilidades que pueden llevarlos a daños de órganos vitales, incluso hasta la muerte.

Tener obesidad o sobrepeso puede desencadenar comorbilidades como diabetes, hipertensión, síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares, enfermedades coronarias, índices elevados de triglicéridos y colesterol, entre otros.

La obesidad, además de generar problemas fisiológicos en las personas que lo padecen, también provoca problemas psicológicos y sociales.

Por su parte, la nutrióloga Lourdes Meza Jiménez, comentó que debido al confinamiento por la pandemia del Covid-19, la población tuvo cambios de hábitos como una sobre alimentación, poca actividad física y alteración del sueño.

Dijo que quienes realizaban ejercicio dejaron de hacerlo porque no pudieron acudir al gimnasio; estando en casa por home office o clases virtuales se tenían los alimentos a la mano para consumirlos sin medida, y las horas de descanso se alteraron durmiendo más tarde de lo acostumbrado.

De acuerdo con estudios que realiza la UPAEP, dijo que en el caso de los adultos, se estima que, durante el confinamiento, subieron de 1 a 3 kilos; mientras que en el caso de los niños el aumento fue de 2 a 3 kilos.

También alertó que la obesidad desencadenó un problema identificado como Gordofobia, la cual hace referencia a la violencia o al odio que sufren las personas que presentan obesidad, por parte de sus semejantes o por sus pares.

“La gordofobia no es un hecho que sea reciente, se ha dado de manera generacional, pero antes no se le daba un nombre o denominativo, era emitir un juicio hacia la persona con un peso corporal alto o ponerle sobrenombres”, añadió.

 

Los calificativos no sólo ocurren en la calle, sino en la escuela, en el trabajo, y en los propios hogares, donde las personas se expresan mal de quienes padecen obesidad.

Para la Secretaría de Salud del Estado de Puebla, el síntoma más obvio de la obesidad es el aumento de peso, pero otros síntomas incluyen:

-Dificultad para dormir

-Roncar

-Apnea del sueño

-Dolor en la espalda

-Sudor excesivo

-Sentir calor siempre

-Sarpullido o infecciones en los dobleces de la piel

-Sentir que te falta el aire con el mínimo esfuerzo

-Sueño durante el día o fatiga

-Depresión

El indicador más utilizado para establecer el diagnóstico de sobrepeso y obesidad en el ámbito clínico y epidemiológico es el Índice de Masa Corporal (IMC), el cual se obtiene al dividir tu peso en kilogramos (kg) entre estatura en metros (m) al cuadrado.

El Índice de Masa Corporal menor que 18.5 es clasificado como peso insuficiente, entre 18.5 a 24.9 es peso normal, de 25 a 26.9 es sobrepeso grado I; de 27 a 29.9 se trata de sobrepeso grado II o preobesidad.

Si el IMC que obtienes es de 30 a 34.9, se trata de una obesidad de tipo I; de 35 a 39.9 es obesidad tipo II, 40 a 49.9 obesidad tipo III (mórbida), IMC mayor de 50 es obesidad de tipo IV o extrema.

En el caso de las mujeres la cintura no debe medir más de 80 centímetros, y en los hombres no mayor a 90 centímetros de circunferencia.

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