Este 30 de abril en el país se celebra el Día de la Niña y el Niño, pero no todos los infantes tienen la oportunidad de disfrutar de esta fecha por diferentes razones, tal es el caso de los peques que viven en los penales acompañando a sus madres que permanecen privadas de su libertad.

Ana María Acevedo Placeres, directora de Enlace Institucional de la asociación civil Grupo Pro Niñez, desde el año 2015 creó el programa Demos Esperanza, con el que otorga ayuda a los menores de edad que viven en condición de cárcel.

En entrevista con , explicó que las fiestas de Día de Reyes y Día del Niño son las fechas en que realiza importantes eventos para celebrar a los niños, y para este año organizó una colecta que le permita llevar a 54 niñas, niños y adolescentes a un parque acuático.

“Hay niños que nunca habían salido del CERESO de San Miguel, que es la única realidad que conocían, y en la reunión de este año me dijeron que querían ir a una alberca, porque no conocen lo que es nadar y disfrutar el agua”, dijo.

La meta es recibir donativos de 350 pesos por cada niño, y “los padrinos o benefactores” podrán hacer sus aportaciones aun cuando pase la fecha, ya que tienen actividades cada mes y los gastos siguen.

Acevedo Placeres informó que la ley  permite a las madres en reclusión tener a sus hijos de 0 a 3 años de edad.

En el caso del penal de San Miguel apoyan a 15 niños y 10 niñas, quienes desde que se conoció el Caso Tadeo, fueron retirados del penal y acomodados con sus familiares, internados o en casas hogar.

El resto de los 54 que viajarán son niños que conocieron en el penal y por su edad ya no pueden vivir con sus madres que siguen pagando una sentencia o están en espera de ser condenadas.

La mayoría de las mujeres están en el penal de San Miguel por delitos graves como homicidio y secuestro, pero también, en la mayoría de estos casos las mujeres son inocentes o las involucró su pareja sentimental.

“Todos los niños tienen derecho a jugar, pero estos niños tienen doble derecho, porque han vivido situaciones de estrés, de angustia, de ansiedad y hasta de depresión. Son niños con los que tenemos que trabajar mucho sus emociones y para que ellos las reconozcan a través del juego. Son niños que están pagando una condena sin haber cometido un delito”, mencionó.

También destacó que los niños necesitan socializar y fortalecer sus habilidades psicosociales a través del juego pues este ayuda a los niños a crear lazos afectivos con los demás, favorece el descubrimiento de las habilidades, capacidades y también de sus propios límites.

Desde 2005, junto con su hermana Alejandra, fundó esta asociación con el principal objetivo de promover el Derecho al Juego de los niños.

​Hijos de madres encarceladas irán a un parque acuático por primera vez
​Hijos de madres encarceladas irán a un parque acuático por primera vez

En su labor también colocan ludotecas a nivel nacional para casas hogar, centros comunitarios, hospitales, comunidades indígenas y en la cárcel.

En 2015 llegaron a trabajar a favor de los niños de mujeres que permanecen internadas en el Centro de Readaptación Social (CERESO) de San Miguel, en la ciudad de Puebla.

“Nos dimos cuenta que hay una población de niños que no estaba atendida y que son los hijos de las mujeres en reclusión; entonces creamos el programa Demos Esperanza para apoyarlos. Con el paso del tiempo nos dimos cuenta que también había que ayudar a los niños que están afuera del penal, pero que sus madres están purgando una condena”, explicó.

 

La mayoría se queda con sus familiares, pero son infantes que están etiquetados por la misma familia, por los vecinos, en la escuela; niños que les tocó ver el momento en que detuvieron a sus mamás y las subieron a las patrullas.

Precisó que el trabajo de la asociación civil no es ser asistencialistas, que si bien les ayudan con pañales, leche en polvo, consulta pediátrica y medicamentos, también imparten talleres y pláticas para romper el ciclo de la violencia.

Actualmente atiende a 110 niños, siendo el más pequeño uno de 6 meses de edad y el mayor de 14 años, tanto de Puebla, Veracruz e Hidalgo.

Para ayudar a la labor de esta organización, a través de sus redes sociales, puedes contactarlas y realizar donativos deducibles de impuestos, al número de cuenta 0314 5550 23 y CLABE 0726 5000 3145 5502 30 de Banorte a nombre de Grupo de Trabajo para el Desarrollo de la Niñez A.C.

La Ley Nacional de Ejecución establece que las hijas e hijos de las mujeres privadas de la libertad, pueden permanecer dentro del Centro Penitenciario durante las etapas postnatal y de lactancia, o hasta que la niña o el niño hayan cumplido tres años de edad.

De acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019, en México existían 362 niñas y niños que acompañaban a sus madres en reclusión, sin embargo, al no ser estudiados todos los centros penitenciarios del país, se estima que son más de 400 las niñas y niños en esta situación.

Sin embargo, un estudio publicado en el 2017, con el Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales reveló un registro de 549 menores de 6 años viviendo con su madre en los centros penitenciarios en el país.

Ciudad de México, Veracruz, Guerrero, Tamaulipas, Estado de México y Chiapas son las entidades con mayor cantidad de menores de 6 años viviendo con sus madres en prisión, y de acuerdo con el Informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos sobre mujeres internas, en 10 centros de los estados de Baja California, Chiapas, Distrito Federal, Jalisco, Nayarit, San Luis Potosí, Yucatán y Zacatecas, no se permite la estancia de menores de edad con sus madres internas.

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